Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

La fiscal de Gipuzkoa cierra un caso del TAV donde el de Araba vio delito

La Fiscalía de Gipuzkoa cerró en apenas 19 días –Semana Santa mediante– una investigación de seis meses de la Fiscalía de Araba que, con el apoyo de la Ertzaintza y la Guardia Civil, consideraba que había encontrado pruebas de prevaricación, fraude, malversación y falsedad en las liquidaciones del tramo Beasain Este del TAV.

El 29 de abril de 2015 GARA informaba de que se habían detectado pagos indebidos de al menos 4,5 millones de euros en el tramo Beasain-Este del TAV. Se trataba de pagos de trabajos que tenían otros precios o que debían ser asumidos por la empresa constructora porque formaban parte de su compromiso de licitación. Meses después, este mismo diario daba cuenta de que Euskal Trenbide Sarea validó una cementera inexistente para este mismo tramo de la “Y vasca” y le adelantó más de medio millón de euros.

Ahora se ha sabido que la Fiscalía de Araba recibió una denuncia sobre estos sobrecostes en julio de 2016 que comenzó a investigar en setiembre. Según informó ayer “Eldiarionorte.es” tras más de seis meses de investigación secreta, con apoyo de la Ertzaintza y la Guardia Civil, el fiscal Josu Izaguirre encontró pruebas de «prevaricación, fraude en la contratación, malversación de caudales públicos y falsedad en documento oficial».

La denuncia presentada estaba acompañada de un soporte informático con cinco horas de grabaciones de audio en los que se escucha a responsables técnicos de ETS que, según especifica “Eldiarionorte.es”, «aluden precisamente a las irregularidades descritas en la denuncia e incluso a sobornos y al pago de comisiones». La Guardia Civil verificó que esos documentos no estaban manipulados e hizo su transcripción jurada.

Como la obra estaba en territorio guipuzcoano, se entendió que la competencia recaía en la Fiscalía de Gipuzkoa, que recibió el caso el 6 de abril de 2017. Allí donde el fiscal alavés veía hasta cuatro delitos, la de Gipuzkoa, Idoia Zuriarrain, decretó que no había ilícito alguno. Y lo hizo para el 24 de abril, con Semana Santa y la semana de Pascua de por medio, y sin ninguna nueva investigación.

A su entender, el anticipo por la hormigonera inexistente no fue delito porque el gasto fue luego compensado, los precios modificados fueron justificados y no dieron lugar a sobrecostes, y el pago por materiales más caros se debió a una «sustitución de unidades de obra por otras». De las grabaciones no dice nada.

Obra protegida

Después de que GARA informara de los pagos indebidos en el tramo Beasain Este, el parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu pidió explicaciones sobre los mismos al Gobierno, que la entonces consejera Ana Oregi, nunca llegó a aclarar. Además, PNV, PSE y PP impidieron que quienes autorizaron los pagos comparecieran en el Parlamento para dar explicaciones. No hubo ningún interés por investigar lo ocurrido.

Lakua sí admitió el adelanto de medio millón por una cementera inexistente, pero dijo que quizá primero se pensó instalar y luego no se desistió de ello. Pero lo cierto es que ETS certificó la recepción de dicha central de hormigonado.

 

Se encareció una obra más barata de lo previsto

Como ya publicó GARA en su día, según fuentes conocedoras del proceso seguido en la liquidación de las obras del tramo Beasain-Este del TAV, los trabajos resultaron más sencillos y baratos de lo presupuestado inicialmente. Sin embargo, a la hora de hacer cuentas, llegaban invitaciones desde ETS y, por tanto, desde el Gobierno de López, para que se «completaran» los gastos hasta llegar al presupuesto. Esto supondría un problema para los firmantes de esas liquidaciones si la denuncia fuera finalmente investigada.

El presupuesto base de licitación se fijó en 47,34 millones de euros. La adjudicación se realizó con una rebaja del 5,82%. El reajuste por subidas del IVA fue de 0,64 millones y la revisión de precios prevista encareció las obras otros 5,64 millones. La modificación final de la obra ascendió a 4,33 millones más. En total, el pago fue de 55,19 millones. Un 23,8% más caro que el presupuesto de adjudicación, en una obra que, como señalamos, resultó en torno a los 10 millones de euros más barata que lo inicialmente previsto. I.I.