Alzado el telón de la 65 edición del Zinemaldia, conversamos con el responsable de este evento, José Luis Rebordinos, en torno a una programación repleta de títulos que, por un lado, no dejarán indiferentes a nadie y que, por otro, llegan avalados por el éxito logrado en otros certámenes.

 

¿El listado de filmes incluidos en la Sección Oficial revela la poca presencia de cineastas de renombre. ¿Ha asumido Zinemaldia un gran reto a la hora de confeccionar esta lista?

No conscientemente. Para la Sección Oficial lo que siempre buscamos son primeras o segundas películas dotadas de una gran calidad o que aporten algo. Cada año visionamos más de dos mil películas y en base a ciertos criterios se van seleccionando filmes hasta completar este listado. Es verdad que este año hay menos nombres conocidos, pero ello se debe a que hemos visto películas de cineastas de prestigio que no nos han convencido y otras que seguíamos de cerca pero que han acabado en otros certámenes como ha sido el caso de Venecia con la película “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri “ que nosotros proyectaremos en la sección Perlas. Otro aspecto que querría subrayar es que este año hemos visto trabajos de cineastas con menos renombre, pero cuya obra nos ha encantado, y no hay que olvidar que este año la Sección Oficial incluye el último trabajo de Wim Wenders, el esperado proyecto de James Franco y contamos con realizadores que son muy conocidos en el circuito de festivales internacionales, como es el caso de Barbara Albert, Urszula Antoniak o Nobuhiro Suwa. Yo creo que la Sección Oficial de este año contiene mucha personalidad y estoy convencido de que no van a dejar indiferente a nadie. Creo que no va a haber espacio para las medias tintas, o van a gustar mucho o todo lo contrario.

 

Parece que este año la comedia ha adquirido una especial relevancia dentro de la selección para la Sección Oficial.

Es cierto. Este año tenemos dos comedias enmarcadas directamente dentro del género, como es el caso de “Le sens de la fête, C’est la vie!”, de Olivier Nakache y Éric Toledano, y la película de James Franco “The Disaster Artist”, que está basada en la historia real del making of de la película “The Room”, la cual está considerada como “el Ciudadano Kane de las malas películas”. La tercera película que yo creo que va a provocar carcajadas es “Ni juge, ni soumise”, de Jean Libon, Yves Hinant que no es una ficción exactamente y que gira en torno a las peripecias, a ratos muy surrealistas, de una jueza encargada de casos criminales reales.

 

¿La presencia de «Handia» a competición certifica el buen estado de forma del cine en Euskal Herria?

Constata la gran calidad que atesoran obras rodadas aquí y en euskara. Es algo que se inició con “Loreak”, que se prolongó con “Amama” y que sigue su curso natural con “Handia”, de Aitor Arregi y Jon Garaño. No nos cansamos de repetir que si no tuvieran calidad no entrarían en la Sección Oficial. También hay que recordar que son películas que mantienen su recorrido más allá del Zinemaldia y que son distribuidas internacionalmente. Además, este año también se incluyen en diferentes secciones las últimas obras de Félix Viscarret, Koldo Almandoz, el resto de filmes que participan en Zinemira o la comedia “Operación Concha”, en la que Donostia y el certamen tienen un papel fundamental. Todo ello se suma a la proyección en el velódromo de la última película de Borja Cobeaga, “Fe de etarras”. Todo ello también podría ser un ejemplo de puntos suspensivos porque el futuro se asoma muy interesante. Es una lástima que no hayamos podido incluir “Errementari”, de Paul Urkijo, ya que ha sido materialmente imposible que estuviera acabada, no obstante este filme se estrenará, a contrarreloj y posiblemente con una copia no muy definitiva, en Sitges. Otro tanto se puede decir de “Black is Beltza” de Fermín Muguruza que esperamamos poder incluírla el año que viene.

 

La referencia a Borja Cobeaga implica dos cuestiones. Por un lado, qué opina del revuelo que ha causado la promoción de «Fe de etarras» y, por otro, parece que la inclusión de largometrajes y ficciones producidos por plataformas ya es toda una realidad.

En el caso de “Fe de etarras” creo que es algo que se está exagerando muchísimo. La promoción de la película ha corrido a cargo de Netflix. En cuanto se colocó este cartel, pudimos leer todo tipo de comentarios en las redes sociales, hubo amenazas por parte de usuarios de extrema derecha y llamamientos al boicot de una película que todavía nadie ha visto. Todo ello sumado a las últimas denuncias y el eco mediático que ha logrado este tipo de publicidad agresiva. Nosotros la hemos incluido en el programa porque es una excelente comedia. Es una obra que hace seis años, cuando Borja Cobeaga la elaboró junto a Diego San José, resultaba impensable. Netflix ha sido muy valiente a la hora de aceptar el reto, ya que se trata de una comedia que aborda con mucho pulso y equilibrio un tema que puede resultar muy espinoso pero que apuesta por la risa para combatir el dolor que legó ETA. Por otro lado, es cierto que este año las producciones de plataformas han adquirido una relevancia muy especial pero es algo evidente por que así lo dicta la producción actual. Plataformas como Netflix, Amazon o Movistar han convulsionado el panorama audiovisual y tal y como quedó evidente en la última edición de Cannes, es algo que hay que tener muy en cuenta.

 

«Los tres premios Donostia dan sentido a lo que es el galardón»

Una de las novedades que incluye la 65 edición del Zinemaldia es su apuesta por «abrir» el Premio Donostia. Ricardo Darín, Agnès Varda y Monica Bellucci son las tres personalidades a las que les ha correspondido personificar y dar sentido a esta apuesta.

Esta apuesta es la plasmación de una idea que ya manejábamos hace tiempo y correspondía a una opinión que siempre hemos colocado sobre la mesa. ¿Por qué no premiar a cineastas, compositores, guionistas o cualquier personalidad relacionada con el cine? En esta intención por no encasillarnos en actores y actrices, hemos elegido a tres nombres reconocidos y a cada uno de ellos lo hemos colocado en una escenografía y entorno diferentes y acordes a lo que simbolizan. Ricardo Darín es la figura que más se aproxima a la idea mayoritaria que se tiene del “glamour” y por ese motivo recibirá el premio en el Kursaal. Agnès Varda es una de las grandes figuras del cine europeo y este año, que además será reconocida con un Óscar honorífico, hemos querido reconocer su gran labor en un entorno que se aproxima al tipo de cine íntimo que siempre ha practicado, el teatro Victoria Eugenia. Finalmente, Monica Bellucci simboliza el factor “popular” y hemos querido que el Premio Donostia también sea accesible económicamente al público que no se puede permitir pagar el alto precio que tiene este tipo de galas que se celebran en el Kursaal. La propia Bellucci estaba entusiasmada con la idea de que se le diera el galardón en el Velódromo y ha sido ella la que se ha encargado de seleccionar las dos películas que se proyectarán a continuación, “Malena” y “Bajo sospecha”.

 

A título personal, ¿qué figura relevante del cine le gustaría que desayunara en Donostia y recibiera el Premio Donostia?

En nuestra agenda ha figurado desde hace mucho tiempo Donald Sutherland y a título personal no voy a negar que me encantaría entregárselo a un icono como Clint Eastwood. Aunque esto último puede resultar muy difícil debido a su avanzada edad.Koldo LANDALUZE