Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

De Bruyne asiste, Icardi marca

Enésima goleada del City de Pep Guardiola, que ya es líder en solitario, y triunfo del Inter en el clásico «Derby della Madonnina».

A Jakub Blaszczykowski algunos le conocerán por haber sido uno de los pilares del exitoso Borusia Dortmund de Jürgen Klopp. El guerrero polaco milita en la actualidad en el Wolfsburgo, donde esta jornada marcó un gol, nada menos que 1.450 días después de anotar el último en la Bundesliga. Cuando contaba 11 años, ‘Kuba’ –diminutivo polaco de Jakub– vio cómo su padre asesinaba a cuchilladas a su madre Anna. «Nunca voy a entender qué pasó. Siempre me voy a preguntar ¿por qué? Hasta el final de mi vida voy a tener que vivir con esto», ha reconocido el jugador al rememorar aquella tragedia familiar. Sin referentes –su progenitor cumplió quince años encerrado y murió después sin volver a ver a su hijo, que sí acudió al velatorio–, fue un tío el que le guió por la senda del fútbol y su tía por el de la diaria lectura de la Biblia. A los 19 años debutó con el Wisla Cracovia y hasta le apodaron ‘el pequeño Figo’, para dos años después recalar en Dortmund, donde levantó dos ensaladeras y hasta fue capitán de la selección de Polonia. Seguro que este fin de semana volvió a apuntar con sus dedos al cielo, como cuando le marcó a Rusia en la Eurocopa organizada por su país. «Sé que pase lo que pase, ya he visto lo peor», sentenció una vez.

El gigante alemán Per Mertesacker fue titular este domingo en el Arsenal por primera vez en Premier desde el 30 de abril de 2016. Y fue el jugador de la jornada que más balones aéreos ganó –1,98 de estatura– y en más balones disputados se impuso, e incluso anotó el único gol de los Gunners... en su derrota en casa del Watford, inesperado cuarto clasificado. Los de Arsène Wenger están ya a nueve puntos del solido líder Manchester City de un Pep Guardiola que presenció, a su juicio, la mejor actuación de sus hombres este curso. El juego pero sobre todo el marcador lo dicen todo, 7-2 al Stoke, enésima goleada de los Citizen y un Etihad Stadium que coreó el nombre del belga Kevin De Bruyne, 32 asistencias de gol desde que llegó al club, dos de auténtico delineante esta última jornada.

¿Marcar o asistir?, le preguntaron en cierta ocasión. «Assist» contestó veloz. «No soy un goleador –decía no hace mucho el ‘Tintín’ del City–. Por el contrario, trabajo mucho. Y es que, a medida que jugamos más partidos, entreno menos la definición. Esta temporada, por ejemplo, no tengo mucho tiempo para entrenar el disparo. Si tiro demasiado a puerta y jugamos muchos partidos, los músculos se endurecen y hay riesgo de lesión. Así que en vísperas del partido, los entrenadores nos obligan a volver antes a los vestuarios y no puedo entrenar el disparo. También estoy mucho menos disponible para mis amigos. Son pequeños sacrificios que debemos hacer. Todo el mundo sabe que tenemos diez años buenos, luego todo se habrá terminado. Tengo una bolsa de golf en el sótano pero sé que no la tocaré más. Cuando estoy en casa doy prioridad a la familia», explicaba.

Klopp critica al defensivo Mou

Es el hombre del momento en la Premier, junto a Harry Kane. La madre de Kevin nació en Burindi, mientras su abuelo trabajaba en una empresa petrolífera, y a los 8 años entró en la cantera del Genk, lo fichó el Chelsea en 2012, Mourinho lo arrinconó, despegó en el Wolfsburgo y su actual técnico Guardiola lo ha llegado a situar por detrás de Leo Messi. Ah, y no lleva ni un solo tatuaje, aunque en las redes sociales le gusta publicar fotos de cómo crece día a día su pequeño Mason Milian, de un año.

Su City asusta y suma 29 goles a favor en las ocho primeras jornadas. Dato brutal con una media de más de tres tantos por partido que no lograba nadie en este arranque desde el Everton ¡a finales del siglo XIX! La dupla De Bruyne-Silva, sin olvidar al joven Sané, hace estragos a la hora de generar juego para que los Gabriel Jesús o Sterling, cuando no Agüero, culminen. De momento, ya sacan dos puntos a un United que rascó un rácano empate en Old Trafford con un fútbol ultradefensivo que acabó en 0-0 ante un inoperante Liverpool. «Estoy seguro de que si jugáramos así, no nos lo permitirían en el Liverpool pero parece que el United sí puede», se quejó un frustrado Jürgen Klopp –Brendan Rodgers fue despedido tras sumar 12 puntos en las primeras ocho jornadas, y el alemán suma 13– de la estrategia conservadora de su homólogo Jose Mourinho. Como advirtió en cierta ocasión el exfutbolista escocés que llegó a militar en los Red Devils Patrick Crerand, «si algún día las tácticas alcanzan la perfección, el resultado será 0-0. Y no habrá nadie allí para verlo». ‘‘Mail’’ tituló en su portada ‘‘Pep 7-0 Mou’’.

La jornada en que también pinchó otro de los, a priori, favoritos, como es el campeón Chelsea. Lo hizo, sin Morata ni Kanté, en el feudo del Crystal Palace, que venía de no ganar a nadie y no hacer ni un solo gol hasta la fecha. Pues ganó e hizo dos dianas, aunque en la primera el balón rebotara antes en Azpilicueta. Sorpresa y los Blues también a nueve puntos del City.

El Napoli se lo cree

Por lo demás, primera victoria del Tottenham –tercer clasificado– como anfitrión y ¡noticia!, no marcó Harry Kane, mientras uno de nuestros bad boys de la Premier, a falta del danés Niklas Bendtner, ahora en la liga noruega, o el inglés Joey Barton, en la Segunda inglesa, puede tener los días contados en el West Ham. Ganaban 0-1 los hammers cuando entre los minutos 25 y 27 el incorregible Andy Carroll recibió dos cartulinas amarillas por sendos codazos, dejando a su equipo en inferioridad y cediendo un empate final. Su club le multará con 180.000 libras.

250 millones de liras, al cambio actual unos 200.000 euros, es lo que en 1960 el Inter pagó, rompiendo todos los récords, por el entonces Balón de Oro el gallego Luis Suárez. Comenzaba la época del ‘Gran Inter’ de Helenio Herrera. Hoy, la Bienamada es, como escribiera Enric González, «esa sociedad futbolística que vendió a Roberto Carlos al Madrid (‘es malo’, dijeron) y le sustituyó, sucesivamente, por Centofanti, Pistone, Macellari, Gresko, Georgatos y, finalmente, Gilberto, procedente del Alcantarilla de Murcia (fútbol sala). Vendió a Pirlo al Milan y con lo que sacó contrató a Emre. Vendió a Ronaldo y compró a Morfeo. En 1996 no quiso a Zidane, que acabó en la Juventus, porque no hacía ‘ninguna falta’».

A pesar de ello, este club histórico consigue de vez en cuando encumbrar a futbolistas como Mauro Icardi, héroe en el Derby della Madonnina jugado el domingo entre Inter y Milan, con récord de recaudación en las gradas y un 3-2 final sobre la bocina. El pequeño argentino apenas tocó 24 balones en los 95 minutos que duró el encuentro, el segundo que menos contacto tuvo con el balón de quienes jugaron. Suficiente para firmar una tripleta, algo que solo Diego Milito había conseguido en el derbi milanés desde los años sesenta. Desde que llegó en 2013 al club nerazzurro –desde la Sampdoria por 13 millones–, Mauro ha anotado 87 goles. Noticia en demasiadas ocasiones por temas extradeportivos, él lo tiene claro: «¿Las críticas? Les dejo hablar. Yo hago goles». Y si no, el título de su autobiografía, ‘‘Siempre adelante’’.

Como adelante va el Napoli, ocho de ocho, y la Juventus que pinchó ante la Lazio en su feudo, tras 57 partidos invicto en casa. Los ‘napoletanos’ se lo creen. «Nunca he visto nada igual como Nápoles. El fútbol se vive diferente. Mi vecina de 90 años me dice cómo he jugado», admite el bajito belga Dries Mertens. Como confesó Francesco Totti, «ganar una Liga en Roma para mí vale como ganar 10 en Juventus o Madrid». Como dice el refrán, in bocca al lupo, o ¡suerte!