El domingo 19 de noviembre familias alavesas de distintos orígenes compartirán mesa gracias a la iniciativa Bizilagunak, organizada por CEAR-Euskadi y la Diputación foral de Araba. Cuenta con el apoyo de otras instituciones en el resto de herrialdes.

«El año pasado un total de 227 familias de unas 30 nacionalidades diferentes dijeron alto y claro que Araba es tierra de acogida. Este año buscamos superar esa cifra e ir tejiendo poco a poco una red de amistad entre personas de diferentes orígenes que ahora viven aquí», destacó ayer la responsable de CEAR-Euskadi en Araba, Rosabel Argote. Hizo hincapié en que Bizilagunak «es un encuentro clave para fomentar la convivencia intercultural». «No tenemos capacidad para abrir las fronteras de Europa, pero sí las puertas de nuestras casas, de nuestros barrios y de nuestros pueblos y ciudades», añadió.

En el mismo sentido se pronunció la directora del Gabinete del diputado general, Nekane Zeberio, quien recordó que el 11% de la población alavesa, unas 35.000 personas, tiene origen extranjero.

«Vamos a seguir trabajando para que la diversidad y la convivencia basada en el respeto sean señas de identidad de la sociedad alavesa. La Diputación parte de esa premisa a la hora de fomentar sus políticas de convivencia intercultural», apuntó Zeberio.