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PEKÍN

Xi Jinping promete apertura económica y «una nueva era»

El presidente de China, Xi Jinping prometió en el XIX Congreso del Partido Comunista Chino «una nueva era» para China, en al que el país «ocupará la primera fila entre los países innovadores» y «se erguirá entre todas las naciones del mundo». Xi prometió además apertura económica y un trato igualitario para las empresas extranjeras.

Ante los 2.300 delegados reunidos en el XIX Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), el presidente de China, Xi Jinping, prometió «una nueva era» en el país, que en 2050 «se erguirá entre todas las naciones del mundo»

Xi instó a los comunistas chinos a combatir cualquier amenaza a la autoridad del partido, en la apertura de un congreso que volverá a consagrar en el poder al dirigente del país más poblado del mundo renovando su mandato por cinco años e incluso podría posibilitar un mandato aún más largo.

«Cada uno de nosotros debe hacer más para defender la autoridad del partido y del sistema socialista chino y oponerse decididamente a cualquier palabra y acción para socavarlos», recalcó el presidente chino, flanqueado por sus dos predecesores, Jiang Zemin y Hu Jintao.

Dirigiéndose al resto del mundo, Xi afirmó que su país iba a «abrirse todavía más» y prometió un trato «igualitario» para las empresas extranjeras.

«Aliviaremos considerablemente las condiciones de acceso al mercado (...) protegeremos los derechos e intereses legítimos de inversores extranjeros», prometió ante las demandas de la UE o EEUU para que se facilite su acceso al mercado chino y que se quejan de la protección que reciben los poderosos grupos estatales chinos.

También dijo estar determinado a continuar con la modernización militar para «hacer del ejército popular un ejército de primer orden» para 2050.

«En primera fila»

Para continuar la apertura económica, fijó entre sus objetivos «hacer que el mercado juegue un papel decisivo en la distribución de los recursos» y participar en el proceso de globalización económica. Anunció además que China ya está a punto de lograr la «sociedad moderadamente próspera» que fue el gran objetivo del anterior secretario general y presidente, Hu Jintao. Xi afirmó que tras ello llegarán dos etapas: una entre 2020 y 2035, en la que el país «ocupará un lugar en las primeras filas de los países innovadores» y otra, hasta 2050, en la que la nación china «se erguirá entre todas las naciones del mundo». Prometió una China abierta a la economía mundial –ya que «el enclaustramiento conduce al atraso»– y que mantendrá su régimen, ya que no consideró recomendable «trasplantar mecánicamente las modalidades de los sistemas políticos extranjeros».

También advirtió al vecino Taiwán que Pekín «tiene los medios para vencer las tentativas separatistas a favor de la independencia taiwanesa».

Desde su llegada al poder a finales de 2012, Xi Jinping ha colocado a sus hombres en los puestos clave, ayudado por una campaña anticorrupción que sancionó a más 1,3 millones de funcionarios. El Partido seguirá practicando «tolerancia cero» con los responsables corruptos, aseguró.

Pekín quiere seguridad y solemnidad

Pekín ha preparado el Congreso del PCCh con un ambiente de fuerte seguridad y solemnidad en las calles de la capital, decorada con flores, banderas y pancartas. El despliegue policial es visible en puentes de autopistas, aeropuertos, estaciones y el metro, donde se multiplican los controles. Se han prohibido obras de reformas en viviendas, o la carga de bicicletas eléctricas en áreas públicas. Un partido de fútbol de primera división que debía tener lugar unos días antes de la apertura del Congreso fue suspendido «por un evento importante». En la televisión se han suprimido programas demasiado «frívolos» para reforzar el clima de seriedad. También se ha restringido la actividad de las fábricas para asegurar un cielo azul libre de humos que embellezca el entorno. Amnistía Internacional cree que el despliegue policial está sirviendo para controlar los movimientos de activistas que puedan criticar al Gobierno, y la organización Chinese Human Rights Defenders denunció la detención de 14 activistas.GARA