Presentación de informes que contradicen el ERE de extinción previsto, movilizaciones ante Lakua para exigir su «implicación en la nulidad» del expediente y la opción de recurrir a la vía judicial conforman parte de la respuesta de la plantilla de Edesa Industrial y su filial, Geyser Gastech a la reestructuración que está llevando a cabo el Grupo CNA. Las dos primeras acciones tomaron cuerpo ayer, dos días después de que la dirección comenzara a comunicar los despidos, «mayoritariamente» a trabajadores de la planta de Garagartza, aunque «también hay algún despido de la plantilla que estaba trabajando en Basauri», según indicaron desde el comité de empresa.

La representación de los trabajadores denuncia que el proceso que ha desembocado en el ERE está plagado de irregularidades, que han recogido en un informe elaborado por ELA y LAB y que entregaron ayer en la dirección de Trabajo de Lakua. «El expediente es nulo por diversas irregularidades que ha habido a lo largo del proceso de negociación», explicó el presidente del comité de Edesa, Ricardo Pérez, en el transcurso de la concentración celebrada frente a la sede del Ejecutivo de Lakua en Gasteiz. La movilización contó con la participación de medio centenar de trabajadores de la planta de Garagartza que el Grupo CNA, actual propietario de la compañía, da por cerrada en su plan de reestructuración. «Se nos han ocultado informaciones, no tenemos cuentas del grupo CNA ni ningún tipo de documentación, por lo que entendemos que no se pueden admitir estos despidos como los han planteado», agregó Pérez.

Oídos sordos

Criticó, además, que la empresa «no ha hecho caso» de la solicitud de los sindicatos de reducir la plantilla mediante prejubilaciones y salidas voluntarias.

Tras la entrega del informe, el representante de los trabajadores solicitó una reunión con la Dirección de Trabajo de Lakua para intentar que se anule el ERE de extinción.

El comité de empresa no tiene duda alguna que existen «razones suficientes» para que se anule el expediente, pero «todo está supeditado a que vuelva la actividad a las fábricas», ya que de lo contrario «no va a haber dónde readmitir a la gente», ni trabajo para los 165 empleados que aún continúan en el expediente de suspensión.

Pérez anunció que no descartan recurrir a la vía judicial. «Para poder evitar el despido de estos compañeros tenemos que dar todos estos pasos, y nos queda el último, que sería la impugnación del ERE judicialmente, que es algo que ya estamos barajando», explicó. Aunque reconoció que «se trataría de un proceso lento», el presidente del comité confió en que les puedan dar la razón porque «estos despidos no son correctos».

«Creemos en la viabilidad de la empresa en todo su conjunto y al final se trata de mantener la industria en Euskal Herria», destacó.

Edesa Industrial se encuentra inmersa en un preconcurso de acreedores, periodo que finaliza el próximo día 30, y confía en atraer a un inversor antes de esa fecha.

La existencia o no de ese eventual inversor ha sido objeto de rumores desde hace días. En respuesta a preguntas formuladas sobre esa cuestión, fuentes del comité de empresa comentaban ya hace días que no tenían información, que no sabían nada. «Cero, como hemos tenido en todo el periodo de consultas», replicaron de forma gráfica antes de apostillar que esa ha sido la tónica que ha caracterizado todo el proceso. De cualquier forma, planteaban a la dirección de la empresa dejar en suspenso el expediente abierto «en tanto ver qué inversor había, con qué proyecto y cuánta plantilla podría encajar».