Iñaki IRIONDO GASTEIZ
RECORTES DEL GOBIERNO DE URKULLU EN POLÍTICAS SOCIALES

Un recorte del 42,34% de Lakua agota en agosto las ayudas a la conciliación de 2014

El Gobierno de Lakua no quiere poner más dinero para ayudas a las reducciones de jornada y excedencias para cuidar menores o dependientes. La llegada de Iñigo Urkullu a Ajuria Enea supuso una reducción del 42,34% de esta partida y el BOPV publicó ayer que los 17,3 millones previstos para todo 2014 se agotaron el 22 de agosto. Lakua cierra el grifo.

«Con fecha 22 de agosto de 2014 se ha agotado el crédito presupuestario consignado para el ejercicio 2014 para la concesión de las ayudas relativas» a «personas trabajadoras que se encuentren en situación de excedencia o reducción de jornada de trabajo para el cuidado de hijos o de hijas» y «para el cuidado de familiares en situación de dependencia o extrema gravedad sanitaria». También se ha agotado la partida de ayudas para la contratación de personas cuidadoras de menores.

Con esta frialdad burocrática anunciaba ayer el Gobierno de Lakua en el Boletín Oficial del País Vasco que deja de pagar las ayudas que en los casos de excedencia eran 3.255 euros anuales y que en las reducciones de jornada oscilaban entre los 2.046 y los 2.604 euros.

Desde el Departamento de Empleo y Políticas Sociales se aduce que «el dinero se ha agotado». Pero se ha agotado porque cuando el PNV llegó al gobierno decidió reducir esta partida de los 30 millones con la que se la encontró en 2012 a 17,3 millones. Un recorte del 42,34% que no se corresponde con el 2,24% que se redujo el presupuesto general.

Cabe recordar que ese recorte se aprobó con el apoyo del PSE y del PP.

Retrasos y cambios

El pago de las ayudas para la conciliación de la vida familiar y laboral viene sufriendo retrasos y problemas desde 2013, ejercicio en el que el Gobierno de Urkullu ya aplicó de hecho el recorte que no pudo aprobar por vía parlamentaria al tener que retirar los presupuestos elaborados para ese ejercicio.

A pesar de las evidencias, desde fuentes oficiales se trató de restar importancia al hecho de que de las 31.607 peticiones cursadas en 2013, un 37% siguieran pendientes de cobro en el primer trimestre de 2014.

El pasado 14 de agosto, la asociación Hirukide ya advirtió de que en cuestión de días el presupuesto previsto iba a agotarse. Menos un mes antes, José Luis Madrazo, director de Familia del Ejecutivo autonómico, hablaba de que «si se siguen habilitando créditos y hay dinero la gente que cumple las condiciones cobrará sin necesidad de volver a pasar por la ventanilla», aunque aclaraba que «de todas maneras, yo creo que el tema de la conciliación no se arregla con ayudas, es un problema social y cultural mucho más profundo».

A partir del próximo 2015, todas las ayudas relativas a hijos e hijas y la conciliación de la vida familiar y laboral estarán sometidos a nuevos criterios, basados en la llamada «renta estandarizada» que tiene en cuenta más factores que el nivel de ingresos.

Denuncia de LAB y propuesta de EH Bildu

LAB denunció ayer la suspensión de las ayudas y señaló a través de un comunicado que «éste es un ejemplo más de la nefasta política social del Gobierno vasco». «Una vez más, su lema de compromiso con las personas, no pasa de ser mera propaganda, con el que intentar ocultar el empeoramiento progresivo de la calidad de vida de la clase trabajadora», criticaba el sindicato abertzale, al tiempo que exigía la ampliación de la partida para cubrir las necesidades existentes.

En esta dirección, EH Bildu anunciaba que propondrá en el Parlamento de Gasteiz que el Gabinete Urkullu «garantice esa ayuda a toda aquella persona que cumpla los requisitos establecidos en la ley, tanto en lo que queda de año 2014 como en el próximo curso 2015».

La parlamentaria Belen Arrondo señaló que «se trata de una decisión grave e intolerable puesto que las políticas de apoyo a la familia deben ser absolutamente prioritarias y le corresponde al Ejecutivo asegurar la financiación de esas ayudas». «Está en juego -advierte EH Bildu- el propio sistema de bienestar ya que con estos recortes el Gobierno vasco está deshaciendo lo que para todas y todos debería ser prioritario e intocable».

GARA