Joseba VIVANCO
El club rojiblanco tampoco se libra de las críticas de inacción durante los graves hechos

Aficionados y club denuncian el «despropósito» de Do Dragao

El Athletic exige una respuesta por parte de la UEFA, mientras siguen las quejas de los hinchas por el trato que se les dispensó.

El último avión fletado desde Bilbo hacia Oporto aterrizó cerca de la medianoche del miércoles. Del aeropuerto luso despegó entre los cánticos de miembros de Piratak que se desplazaron a apoyar al equipo y en el de Loiu tomó tierra de la misma manera, eso sí, con los puntos que el Athletic había dejado escapar en Do Dragao y que le dieron a uno de sus integrantes, con sendos hematomas en la parte superior e inferior de la boca, además de la marca de otro porrazo en su espalda, por obra y gracia de la Seguridad del FC Porto y la Policía portuguesa. Ellos -ayer los partes médicos eran muchos- fueron algunos de los damnificados del desastre organizativo previo al partido, con más de un centenar de aficionados rojiblancos -unos 60 de Piratak- accediendo al estadio con el encuentro ya hacia el minuto 20, algunos apaleados o rociados con gas pimienta, hubo quienes ya de edad avanzada se volvieron directamente para el hotel con la entrada en la mano por el miedo que pasaron... Jóvenes, niños, muchas personas mayores... lágrimas, miedo.

Ayer, el Athletic salió al paso de estos hechos escandalosos, con un comunicado que reproducimos íntegro en esta misma página. De «despropósito organizativo que nos tocó padecer» lo califica el club de Ibaigane, que pedirá cuentas a la UEFA. El Athletic exime al público portugués, que no tuvo culpa alguna, pero sí la tuvo el Porto, que no impidió que sus guardas de seguridad repartieran de lo lindo.

La Policía y el propio club luso decidieron ubicar a todo aficionado rojiblanco -muchos más de las 2.200 entradas vendidas en Bilbo- en la misma zona del estadio, con lo que se saturó la grada dispuesta. A los que llegaron a la hora se les impidió el acceso porque ya estaba lleno y de ahí el tumulto y las cargas consiguientes, hasta que pudieron acceder al campo. En el parte de batalla, dos integrantes de HNT detenidos y puestos en libertad al día siguiente, y numerosos contusionados en una enfermería del estadio atendida, dijeron, por personal no adecuado.

Pero los problemas no acabaron ahí. Dentro, con muchos más aficionados que localidades, en mitad de la calurosa noche, muchos de quienes tenían su sitio se encontaban con él ocupado por otros seguidores rojiblancos, lo que derivó en discusiones y conatos de pelea, malas formas entre los propios aficionados, profundo malestar, gente observando el partido desde las escaleras, vomitorios, enfado entre quienes querían estar de pie y quienes querían estar sentados lo que también suscitó no pocas broncas... Eso después de un día de fiesta a orillas del Duero.

Un desastre organizativo en toda regla en el que también tuvo que ver de manera indirecta el hecho de que un buen número de hinchas del Athletic obtuvieran entradas ajenas a las 2.200 vendidas por Ibaigane. Sin ir más lejos, socios del Porto las vendían a mayor precio del que las compraron, `negocio' que hacían hasta los propios ultras de Super Dragoes a hinchas bilbainos, e incluso se habla de billetes falsos. Prácticamente toda la gente que llevaba tickets al margen de la zona prevista para los seguidores bilbainos, las puertas 20 y 21, fueron reubicados allí. El caos estaba más que garantizado desde el mismo instante en que alguien tuvo esa brillante idea.

Críticas hacia la organización lusa, pero mucho malestar ayer con el propio Athletic, sobre todo entre esas alrededor de 120 personas que sufrieron la actitud policial. Ningún directivo de Ibaigane apareció por el lugar para interesarse por lo sucedido ni mediar en la carga policial, más allá del jefe de Seguridad de San Mamés y los cuatro ertzainas presentes, superados por la descontrolada situación, según denuncian quienes lo vivieron en primera persona.

Las quejas trascendieron este miércoles a los medios de comunicación, lo que ha suscitado un profundo enfado en la Junta de Josu Urrutia que ve dañada su imagen por esa queja de inacción durante estos hechos. Hoy podría haber algún comunicado de respuesta al del club. El despropósito sigue coleando.