Antonio CUESTA
Elecciones legislativas en Grecia | Atenastik

Los griegos, ante la posibilidad de un cambio real e histórico

La jornada electoral en Grecia vivida ayer despertó un inusitado interés en la prensa internacional, tanto que los propios griegos se mostraron sorprendidos por la repercusión que todo el mundo espera de los resultados.

Más de un millar de medios se acreditaron para cubrir las elecciones, una cifra inusitada para el país, llamando la atención, por ser el grupo más numeroso, el formado por los enviados desde el Estado español, con un porcentaje cercano al 10%.

Como es habitual en Grecia, los políticos acudieron a votar a primera hora. El más madrugador fue el conservador Antonis Samarás (Nueva Democracia), quien a pesar de no haber conseguido a lo largo de la campaña ninguna encuesta que le situara en el primer lugar, dijo sentirse optimista «porque creo que nadie va a arriesgar la trayectoria europea de nuestro país y, por ello, vamos a ganar». Apoyó su confianza en el hecho de que «muchas personas aún no han decidido a quién van a votar y estas elecciones son cruciales para nuestro futuro y el de nuestros hijos».

Uno de estos «indecisos» fue localizado por GARA en el colegio número 1 del distrito de Agia Paraskevi. Para desgracia de Samarás, mostró sus preferencias «por una opción de izquierdas; aunque no estoy satisfecho con ninguno, seguro que no lo haré por Syriza». Su acompañante, una joven con ideas bien distintas, explicó su voto «a Samarás, no porque sea un buen gobierno, sino porque no creo que Syriza pueda hacer nada frente a la Unión Europea».

Un centenar de reporteros esperaban al líder de Syriza, Alexis Tsipras, en el colegio de Kipseli cuando a las 10.30 de la mañana acudió a depositar su voto. En sus declaraciones, el favorito calificó la jornada como «histórica» por el ser el día en que el pueblo griego «dará paso a la izquierda, al retorno de la esperanza que pondrá fin al miedo, y traerá de nuevo la democracia y la dignidad de nuestro país».

Tsipras aprovechó el momento para arremeter contra las medidas de austeridad y los acuerdos firmados por Samarás «por ser unas políticas fallidas, destructivas y sin fin», todo lo contrario «de lo que se merece el pueblo griego: una vida con dignidad y con cohesión social».

GARA se desplazó hasta el colegio electoral de Papago, a poca distancia de las instalaciones del Ministerio de Defensa y donde reside un buen número de militares, para sondear a los votantes de dicha circunscripción. Uno de los entrevistados explicó que «durante la campaña se han dado dos tendencias, una para continuar exigiendo más sacrificios al pueblo, y otra que propone un cambio social y político, incluso a costa de cambiar algunas cosas que hemos ganado en estos años, pero por un futuro más prometedor». Aun con la duda de «si nuestros políticos pueden cumplir las cosas prometidas», de lo que sí se mostró seguro es de que «la UE prefiere un gobierno fiable con el que se pueda negociar» y rechazó la campaña del miedo desatada desde los grandes medios y los líderes conservadores pues, en su opinión, «las instituciones europeas no son ni el diablo, ni los que van a venir a salvarnos. Lo que necesitamos es un gobierno fiable que discuta con la cabeza y no con el corazón».

Reflexiones de los fascistas

La sorpresa del día vino de la mano de algunos de los seguidores del partido fascista Amanecer Dorado, reunidos en las instalaciones del centro electoral. Uno de ellos, tras asegurar que «no son unas elecciones limpias, pues mantienen a nuestros dirigentes en la cárcel de manera ilegal», se mostró más beligerante con ND que con Syriza, pues mientras el primero actuó contra su partido por razones políticas, con el segundo en el gobierno «esperamos que mejore la situación de nuestros líderes encarcelados».

Ahondando en esta línea, expresó que una vez con Syriza en el gobierno, «estaría bien que dijera de dónde ha salido la deuda y que quienes hayan robado que lo paguen». Otro de los congregados definió Amanecer Dorado como «el partido más limpio, que no ha robado nada y piensa en la patria». Un punto de interés fue la posición de los altos cargos dentro del Ejército. En opinión del entrevistado, «aunque los generales están aún con ND, poco a poco van entendiéndonos».

Un interventor del partido se expresó taxativo: «Los inmigrantes ilegales se tienen que ir de Grecia, pero no así el resto, da igual su color; eso dice la ley». Al igual que su compañero, se mostró a favor de que Syriza «haga el memorando [de préstamo] más suave para el pueblo», pero a partir de ahí desgranó las diferencias ideológicas con el partido de izquierda en cuanto a «sus políticas migratorias, de Exteriores (especialmente con las cuestiones de Macedonia y Turquía) y sus criterios sobre la religión». «En Europa hay partidos de izquierda que miran por sus pueblos», sentenció.