Iker BIZKARGUENAGA BILBO
Comparecencia de Gregorio Villalabeitia

Kutxabank quiso ocultar los pagos a Cabieces pero el BdE no lo permitió

Kutxabank ha decidido no personarse en la causa abierta por los pagos irregulares a Mikel Cabieces por considerar que no le conviene que le relacionen con este asunto, algo paradójico, pues es como entidad la principal afectada por el escándalo. Pero de hecho, si fuera por sus responsables, ni siquiera hubiera trascendido. Gregorio Villalabeitia admitió ayer que el Banco de España les instó a informar a la Fiscalía.

Kutxabank no solo no se personará en la causa abierta contra Mario Fernández, Mikel Cabieces y Rafael Alcorta por los pagos irregulares al exdelegado del Gobierno español, sino que si hubiera sido por la entidad el caso nunca habría llegado a la Fiscalía ni habría sido conocido por la opinión pública. «Ha trascendido más de lo hubiéramos querido», admitió ayer Gregorio Villalabeitia, en una rueda de prensa convocada para informar de los resultados del pasado ejercicio, pero donde los asistentes aguardaban explicacio- nes sobre el «caso Cabieces».

La expectación era máxima y decenas de periodistas casi dejaron pequeña la nueva sala de prensa del edificio de Gran Vía 30. En hora y media hubo tiempo para hablar de todo. También, al final de la comparecencia y a petición del propio presi- dente, del asunto que ha sacudido los cimientos del banco.

Incómodo pero sin dejar de responder a ninguna pregunta, Villalabeitia explicó que este asunto le fue comunicado a las pocas horas de hacerse con las riendas de Kutxabank, y señaló que «como haría cualquier profesional de banca» abrió un expediente de auditoría. Ese expediente llegó en Navidades al consejo de administración que, «con grandísima preocupación», acordó intentar recuperar los 243.000 euros abonados a Cabieces, no ejercer acciones «para evitar el riesgo reputacional para la institución» y también, «como era obligatorio», informar al Banco de España (BdE). Fue precisamente el organismo regulador el que instó a la entidad financiera vasca, «verbalmente y por escrito», a informar a la Fiscalía. Ese mismo día, además, el Banco Central Europeo (BCE) escribió a Kutxabank y citó a Villalabeitia en su sede de Frankfurt, donde, según indicó el aludido, «nos instan a que seamos diligentes en el cumplimiento de lo que nos ha dicho el Banco de España».

No solo eso; el BCE les exigió abrir una auditoria en todos los procesos de contratación del banco, tarea en la que llevan afanados todo un mes. Hasta el momento, con la mitad de las auditorías previstas, no habrían hallado ningún caso similar.

Un derecho, no una obligación

Tras reconocer que aquellos momentos fueron «muy duros» y señalar que «me habría encantado que no hubiera sucedido», el presidente de Kutxabank insistió en que los responsables del banco se han «preocupado mucho de que esto no trascendiera», un objetivo que, a la vista está, no han conseguido.

Lo que sí tienen claro es a partir de aquí, con los pagos en sede judicial y una vez «cumplido con nuestro deber», Kutxabank no quiere saber nada del tema. ¿Por qué? Villalabeitia argumentó que «nos conviene como institución distanciarnos de esta situación que para nada nos ayuda» y que «ahora queremos dedicarnos al negocio». También expuso como motivo para no personarse en la causa que el «quebranto económico» ya ha sido subsanado, pues Fernández abonó esos 243.000 euros cobrados por Cabieces.

Llama la atención, sin embargo, que más allá de que la devolución de ese dinero no compensa totalmente el quebranto -pues Kutxabank podría haber obtenido un rendimiento económico del mismo si hubiera estado en sus arcas-, la entidad no actúe contra quienes sí han perjudicado sobremanera su imagen. Preguntado por GARA sobre si negarse a ir en contra de quienes han dañado a Kutxabank no es una forma de perjudicar igualmente su reputación, Villalabeitia negó la mayor y sostuvo que «haber cumplido con sus obligaciones mejora la imagen» del banco. «La imagen de Kutxabank empeorará en el momento en que sus directivos incumplan sus obligaciones», apostilló. Insistió, en este sentido, en que «hemos cumplido con nuestra obligación. Personarse es un derecho, no una obligación. Y hemos querido distanciarnos de todo esto».

El argumento no convenció a EH Bildu, que en una nota de prensa consideró «meras excusas» las razones expuestas para no personarse en la causa. A su juicio, Villalabeitia «ha antepuesto los intereses del PNV y el PSE a los intereses de Kutxabank, la institución que representa». «Villalabeitia ha actuado en contra del nombre y el prestigio de Kutxabank siguiendo las órdenes del PNV y el PSE», criticó EH Bildu, acusando al banquero vizcaino de «dejar a un lado los intereses de los clientes de Kutxa- bank y la ciudadanía en general y seguir alimentando las dudas sobre la existencia de ámbitos oscuros».

Para la coalición, «debe ser obligación del máximo representante de Kutxabank eliminar toda duda de existencia de ámbitos en la institución que representa y ofrecer información transparente a las clientas y los clientes a los que representa. Y no ha hecho nada de eso».

Con todo, el «caso Cabieces» no fue el único tema controvertido que se trató en la rueda de prensa, pues Villalabeitia también fue preguntado por su sueldo, cifrado en unos 800.000 euros variables, lo que supone en torno a un 70% más que su predecesor en el cargo. El presidente de Kutxabank defendió que se trata de una retribución pactada con quienes acudieron a él para ofrecerle el puesto y que responde a un acuerdo realizado en «un mercado libre». De hecho, expuso ante las críticas recibidas que su retribución ha bajado respecto a lo que percibía antes de asumir la máxima responsabilidad del banco.

Justificando su sueldo

Insistió en varias ocasiones en que este asunto no va a empañar su gestión y precisó que fue antes del verano pasado -un dato desconocido hasta ayer, pues Villalabeitia asumió la presidencia de Kutxabank en noviembre- cuando se le ofreció el puesto y cuando llegó a un acuerdo retributivo que «era más bajo que la retribución que venía teniendo». Según explicó, así lo demostró con la presentacion de cuatro declaraciones de la renta a la Comisión de Retribuciones. Y retrotrayéndose a su contratación, señaló que «enseguida» se pusieron de acuerdo sobre sus honorarios. También arguyó que en el sector hay sueldos «siete, ocho o diez veces» más altos que el suyo.

Lo cierto es que a Villalabeitia las críticas le siguen lloviendo por este motivo. Ayer mismo, el presidente de Confebask, Miguel Angel Lujua, opinó que su salario «podría haber sido menor» y, en ese sentido, consideró «un gran ejemplo» que su antecesor se lo redujera.

Sobre este mismo tema, también llamó la atención que al ser preguntado sobre si en aras a mejorar la rentabilidad será un objetivo la reducción de la masa salarial en la entidad, el presidente de Kutxabank dejó más que abierta esa puerta al señalar que aspiran «a evolucionar bien en el concepto de ingresos», pero que «seguramente» tendrán «que hacer cosas en materia de gastos». «Lo que estoy convencido es de que la entidad da de sí como para que las cosas que haya que hacer sean totalmente racionales», añadió Villalabeitia para dar por zanjado el tema.

Consejero

Villalabeitia anunció que Kutxabank nombrará este año a un consejero delegado, una figura que no existe y que el supervisor recomendó crear. Explicó que conllevará un «reparto del poder» y tendrá «alguna implicación» en el esquema organizativo que no quiso precisar.

Las comisiones y la menor provisión dan empaque a los resultados

Kutxabank tuvo en 2014 un beneficio neto consolidado de 150,3 millones de euros, un 38,8% más que en 2013, cifra que Gregorio Villalabeitia calificó de «fuerte», destacando que la entidad que dirige es una de las pocas del Estado que ha obtenido resultados positivos en los tres últimos años.

Estos datos, sin embargo, se deben en gran medida, como el propio presidente admitió, al crecimiento de los ingresos por comisiones, un incremento del 7,5%, y también a la reducción en más de un 5% de las provisiones, como consecuencia de la menor mora que ha entrado en el pasado ejercicio. Sin tener en cuenta ambos apartados, el incremento del beneficio neto apenas habría superado el 7% respecto al año anterior.

Precisamente, la baja mora y la solvencia fue el principal punto fuerte destacado por Villalabeitia, quien recordó que Kutxabank mantiene una sólida posición con un 12,7% de Core capital, pero también advirtió de que «la solvencia no es suficiente, la solvencia se nos supone». En este sentido, apuntó que el principal objetivo a futuro es mejorar la rentabilidad, la eficiencia de la entidad, dedicándose al negocio típico bancario. Concretamente, la meta será mejorar tres niveles de rentabilidad en los que se fijan los supervisores» -BdE y BCE-: rentabilidad sobre activos; rentabilidad sobre fondos propios y el ratio de eficacia, del 61% ahora. Tres aspectos en los que Kutxabank no está entre las primeras entidades estatales. También dijo que no se plantea nuevas compras: «El tamaño no me preocupa nada, me preocupa la rentabilidad», insistió. I.B.