Bittor Arbizu

Las mugas del Reino de Nabarra en Palencia

Una prueba clara la tenemos en la inscripción del año 661 que se encuentra en Baños de Cerrato, cercano a Palencia capital, en la iglesia visigoda que es la más antigua de la Península, e indica: «Regresaba el rey godo Recesvinto, de haber derrotado al caudillo de los vascones». Al leerlo por primera vez, mi impresión fue que si venía, supuestamente a caballo, de luchar con los vascones, estos no podrían estar situados demasiado lejos.

Este artículo esta motivado por una reciente visita a tierras palentinas y la curiosidad de indagar sobre el origen del nombre de algunos pueblos que hemos visitado.

Uno de ello es el actual Mudá, pequeño pueblo que tiene en la parte posterior una impresionante roca en forma cónica. Pues bien, la forma originaria del mismo es Muga.

Otro tanto ocurre con San Cebrián de Mudá, procedente del mismo Muga, reserva del bisonte europeo, caballo losino y del primitivo Przewalski. Y por último citaremos a San Salvador de Cantamuda cuyo último término lo recogen documentalmente como «Campo de Muga». El citado en primer lugar aparece en el año 1059, como vemos en Wikipedia, en un documento de Fernando I como Mudave o Mudá. El sufijo -be en euskera indica «parte inferior», es decir tendríamos «debajo del límite, muga». El nombre Mugabe esta atestiguado en euskera.

Las tres localidades contenían y mantienen en su forma evolucionada la palabra muga que en euskera significa «límite, frontera». Las tres están situadas en la zona norte de Palencia donde también encontramos los pueblos de Báscones de Ebro, Bascones de Valdivia y Bascones de Ojeda.

Como sabemos los romanos llamaron vascones hasta el siglo VIII a los habitantes de lo que posteriormente resultase el Reino de Nabarra. Su lengua era el euskera y con ella nombraron los lugares donde habitaban.

El territorio fue mucho más amplio que el actual, alcanzando en tiempos de Sancho El Mayor (1004-1035) su máxima extensión, antes de que lo dividiese entre sus hijos, dejando al primogénito el reino matriz, el del euskera como lengua propia, Nabarra. Pues bien las posesiones de este llegaban hasta la zona citada, y él mismo participó en la instauración del obispado de Palencia. Sus limites llegaron incluso más al oeste, dado los numerosos pueblos que contienen la palabra muga.

Entiendo que ocurre lo mismo en Andalucía con las numerosas localidades, distantes entre ellas, que mantienen el componente «... de la Frontera», consecuencia de los avatares de los conflictos entre reinos. Es decir que la frontera estaba en función de la situación de cada reino.

Aunque el DRAE indica que muga procede del euskera, significando «mojón, término, límite», hay autores que entienden que muga procede de lenguas indoeuropeas, del celta. Con el máximo respeto a estas hipótesis, ya que no se puede descartar nada, mi opinión es que es palabra vasca, pese a que todas las lenguas utilizan términos de otras. Es lo que se conoce como préstamos, como el latín lo hizo del griego. Del latín nacerían las lenguas romances: castellano, catalán, gallego, francés... Pero el euskera es una de las más antiguas de Europa, que ha mantenido su singularidad, por lo que entiendo que lo más factible es que haya sido el euskera el idioma que ha nombrado dichos lugares.

Hemos citado unos nombres de lugar pero hay más, y muchos más en la zona de Burgos, de los cuales hablaremos otro día. Una empleada del establecimiento donde dormimos al comentarle esto me citó Basconcillos y la peña Amaia. Esta última siempre me ha parecido muy significativa ya que podía ser una referencia del límite del Reino, puesto que Amaia significa «el fin» y el verbo amaitu «terminar». Agradezco sus comentarios, y hospitalidad, como la de otras personas. Por motivos, laborales, comercio… esa zona, según me comentaron, siempre ha tenido vínculos, sobre todo con Bizkaia, de ahí que veamos algún restaurante con nombre «Gure Etxea». En cierta ocasión, creo que en Saldaña, un joven guía, que vivió en Barakaldo, al decirle nuestra procedencia, nos sorprendió por su amabilidad al explicarnos la zona y sus productos, y sobre todo por el montón de frases en euskera que utilizó al hacerlo. La convivencia respetuosa siempre es agradable.

Lo mismo que ocurre con la hipótesis de la lengua ocurre con las fechas. Varios autores defienden la teoría de que los términos en euskera llegaron con la repoblación, tras la llamada Reconquista, en el siglo XI. Mi hipótesis es que en muchos casos es anterior, lo observé al leer algunos topónimos en un libro sobre la misma, al ver los mapas de la antigua situación del euskera de Caro Baroja y Menéndez Pidal, pero una prueba clara la tenemos en la inscripción del año 661 que se encuentra en Baños de Cerrato, cercano a Palencia capital, en la iglesia visigoda que es la más antigua de la Península, e indica: «Regresaba el rey godo Recesvinto, de haber derrotado al caudillo de los vascones». Al leerlo por primera vez, mi impresión fue que si venía, supuestamente a caballo, de luchar con los vascones, estos no podrían estar situados demasiado lejos.

El nombre de Muga lo llevan varios montes situados en el entorno del Antiguo Reino, y a nivel oral, muga es una palabra de uso común en las zonas de Nabarra donde se ha perdido el euskera, es más en pueblos de Zaragoza se mantiene, como en Gallur tal como me indicó una señora o en Sigües, donde al ver un taller con ese nombre, le pregunté a un señor de edad porqué se llamaba así, y me dijo que era porque estaba en la muga de Sigües y Salvatierra de Esca, y de ahí el nombre.

Esan dugun bezala, hurrengo batean Burgosen aldean dauden zenbait toponimori buruz hitz egingo dugu, eta egotearen arrazoiak, kasu horretan, batez ere Bureba eta Atapuerka aldean, Nafarroako Erresumaren zati egonkorragoa baitzen.

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