José-Martín Alustiza Madinabeitia I Iruñea

Rehén en Urgencias

No esperaba que fuera tan pronto que tuviera que conocer las magnificas instalaciones del nuevo edificio del Servicio de Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra, pero desgraciadamente la noche del martes al miércoles, sobre las doce y cuarto no me quedó otra alternativa. Repentinamente a eso de las diez me sobrevino una hemorragia, consecuencia de una reciente intervención en la boca efectuada en una clínica dental privada, y todos los esfuezos en forma de tapones, aplicación de frío en la cara, etc., fueron inútiles.
Al llegar al servicio, en recepción me facilitaron una bolsa de plástico, donde deposité gran cantidad de sangre líquida y coagulada, que ya en los 10 minutos del trayecto de mi casa al servicio se habían acumulado en la boca.
Aproximadamente al cuarto de hora de llegar, me atendió una enfermera en uno de los dos boxes llamados “triaje” que justo examinó de qué se trataba, se fue a consultar a algún medico qué cauce tenía que seguir mi proceso pues reconoció hallarse desorientada dentro del caos que se esta viviendo estos primeros días, volviendo a los cinco minutos e informándome que me iban a derivar al médico de Maxilofaccial, acompañándome no a una consulta, sino a la sala de espera.
Así pasaba el tiempo y yo llenando la bolsa de servilletas de papel empapadas y borbotones de sangre y coágulos. Sobre la una y media, y viendo que aquello iba para largo y yo me desangraba sin que nadie hiciera nada, me fui hacia las consultas y en una sala, no consulta, ví como a media docena creo que de médicos, que no sé exactamente que hacían, pero que a mi me pareció como una sala de relax. Enfurecido y blandiendo la bolsa con los restos de la hemorragia me dirigí hacia ellos haciéndoles ver que yo estaba perdiendo mucha sangre y allí había demasiados médicos no haciendo nada, incluso hice un gesto con la mano de que se estaban tocando los huevos. Reaccionaron, como era de preveer, pero la reacción fue variada, pues mientras los mas me indicaban airados que estaban ocupados o recién acabada una intervención, otros, los menos, comprendieron mi situación y me llevaron a una consulta donde tras esperar un rato, a eso de las dos de la madrugada, apareció la especialista en Maxilofaccial que me atendió debidamente y tras ponerme un tapón empapado del líquido estraído de una ampolla para parar la hemorragia y poder intervenir suturando la zona origen de la hemorragia, con lo que se solucionó el problema.
Mi pregunta es, a pesar del desorden de los primeros días, ¿no pudo atenderme antes un médico generalista, ver cual era el problema y aplicarme el tapòn con el medicamento adecuado y cortar la hemorragia, para esperar mas tranquilo la llegada de la especialista, según dijeron, ocupada en ese momento en otra urgencia? Esta especialidad es de las que estan en guardia localizada.
A la vista de los hechos relatados a mi me queda la sensación de que los pacientes que acudimos al Servicio de Urgencia estamos siendo utlilizados como rehenes del conflicto planteado entre la dirección del Servicio Navarro de Salud y el personal Médico de Urgencias, disconformes con la organizacíón del Servicio, en mi apreciación, están realizando una huelga encubierta de brazos caídos para provocar las quejas de los usuarios y así visualizar mejor su desacuerdo.
Y como así lo pienso, así lo expongo, porque no quiero que nadie mas se vea perjudicado por problemas ajenos añadidos a la dolencia que le lleva al Servicio de Urgencias, como es el desencuentro entre los profesionales de la Medicina y la Administración.

Recherche