Estos materiales procedían de la cercana excavación denominada Belartza Cantera, donde se ha construido un supermercado de Mercadona y un establecimiento de comida rápida McAuto.

Haritzalde ha remarcado que, durante más de tres años, ha venido denunciando unos vertidos llevados a cabo «sin ningún tipo de licencia en el marco de unas obras que se estuvieron realizando durante semanas sin licencia ni licitación. El entonces concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, emitió una licencia de obra ilegal el 16 de mayo de 2016, general, sin contenidos, sin número de expediente, sin preceptivo informe jurídico y sin cabida en la legalidad urbanística vigente, al ser contraria a la Ley del Suelo».

Este colectivo ha subrayado los «gravísimos impactos» que han tenido estas actuaciones y ha denunciado que además la constructora VUSA utilizó en otras obras y con ánimo de lucro parte de ese material ilegalmente depositado.

En estos momentos, la mayor parte del material continúa donde fue arrojado. El Ayuntamiento trata ahora de que VUSA lo retire y le impone multas, pero la empresa no ha atendido tales requerimientos. VUSA pretendía utilizar dichos materiales en el proyecto Belartza-2, pero la nueva Ley autonómica de Centros Comerciales ha paralizado ese plan, que «hubiese supuesto la legalización del uso de los materiales vertidos. El Ayuntamiento tenía la previsión de embolsarse al menos 7 millones de euros con este proyecto de Belartza-2».    

Haritzalde reclama al Consistorio que proceda a la retirada de esos materiales, encargue un proyecto de regeneración de la zona y porga en marcha un concurso público para su restitución al estado original.