Joseba Salbador
DONOSTIA

La alternativa soberanista apuesta por el sector público y la inversión productiva

La izquierda abertzale, EA, Aralar y Alternatiba han presentado su propuesta socioecónomica, que incide en la necesidad de la soberanía política y económica plena y en la defensa de los servicios públicos.

Presentación de la propuesta socioeconómica, en el Labrit de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
Presentación de la propuesta socioeconómica, en el Labrit de Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

Invertir en el tejido productivo vasco, con una actuación decidida del sector público que defienda los sectores estratégicos, todo ello en el marco de una soberanía política y económica plena. Es, en pocas palabras, el objetivo último del proyecto estratégico que han presentado la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba, convencidos de que la situación actual exige decisiones urgentes para situar las bases de otro modelo socio-productivo.

La propuesta de los partidos abertzales, recogida en un extenso documento de 50 páginas, se ha divulgado a través de las webs irtenbidea.net y haysalida.net. Con ella, pretenden demostrar que «es posible otra forma de gestión política e institucional, que dé respuesta a las necesidades reales de la sociedad vasca».

Tras realizar un extenso diagnóstico de la actual situación económica mundial y de Euskal Herria, la propuesta de los partidos abertzales detalla una serie de actuaciones concretas que tienen como eje central la inversión en el tejido productivo vasco, como la mejor opción para hacer frente a la crisis.

«Con el objetivo de crear riqueza y empleo de calidad y garantizar un futuro digno para nuestras futuras generaciones, proponemos invertir en la producción de bienes y servicios y en el desarrollo y transformación del tejido productivo vasco, así como impulsar sinergias entre los diferentes territorios de Euskal Herria, siendo el sector público el motor de esta apuesta», indica el documento, que aboga asimismo por «la innovación, la diversificación, el equilibrio intersectorial y medioambiental y por la defensa de sectores estratégicos de nuestra economía».

En cuanto al sector primario, considera que es necesario establecer «modelos sólidos de agricultura y ganadería que garanticen la sostenibilidad del sector, que apuesten por la calidad e impulsen una explotación de la naturaleza que no genere pérdidas de biodiversidad», todo ello acompañado de la apertura de nuevas vías y estructuras de comercialización «que den valor añadido a nuestros productos tanto agropecuarios como pesqueros.

En cuanto a la política industrial, apuesta por aumentar la diversificación productiva descentralizada a favor de los eskualdes, se opone a los procesos de deslocalización y a la fuga de capitales «en busca de condiciones laborales de explotación», y propone una actuación pública de carácter estratégico en ciertos sectores, así como un conjunto de medidas complementarias que refuercen dicha intervención.

Creación de servicios públicos

En el sector servicios, el documento dedica una atención especial al trabajo doméstico y al cuidado de personas dependientes, ya que su trabajo «está invisibilizado y la mayoría de las veces no es remunerado y, cuando lo es, se desempeña en condiciones de precariedad o en la economía sumergida». En este sentido, y frente a la subvención a la familia, apuesta por la creación de servicios públicos que desempeñen tales tareas.

El documento defiende también la oferta de servicios sociales públicos, «y no la oferta pública de servicios sociales». Ello supone que debe de ser la administración pública quien los ofrezca directamente.

La propuesta socio-económica tampoco pasa por alto la difícil situación que atraviesa el sector del comercio. En este apartado, considera necesario impulsar y proteger el comercio local, «especialmente el pequeño comercio, promoviendo la colaboración con las asociaciones de comerciantes, ayudándoles a utilizar las nuevas tecnologías, priorizando los productos locales, impulsando las iniciativas que fortalecen la vida de los pueblos y protegiendo los derechos de los trabajadores».

Y en cuanto al sector financiero, propone impulsar la creación de un sistema público «que permita orientar el ahorro público hacia las necesidades sociales y la inversión productiva en Euskal Herria».

Junto a las propuestas dirigidas a impulsar los distintos sectores productivos, el documento de Alternatiba, Aralar, Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale aboga también por otro modelo fiscal.