Ramón Sola
Donostia

Víctimas de ambos lados presentan una reflexión compartida

Por vez primera, víctimas de diferentes expresiones violentas del conflicto armado en Euskal Herria han comparecido juntas en Donostia para dar cuenta de una dinámica denominada Gleencree, por la localidad irlandesa en la que celebraron la primera reunión, allá por 2007.

Víctimas de ambos lados han comparecido en Donostia. (Gari GARAIALDE / ARGAZKI PRESS)
Víctimas de ambos lados han comparecido en Donostia. (Gari GARAIALDE / ARGAZKI PRESS)

Este proceso de reflexión conjunta ha crecido desde entonces en un sigilo absoluto y ha salido hoy a la luz. En cualquier caso, lo hace sin vocación alguna de continuidad, y sus conclusiones quedan como una aportación en un nuevo escenario.

Su mensaje a la sociedad vasca ha sido leído conjuntamente por Axun Lasa, hermana de Joxean Lasa, muerto a manos de los GAL en el año 1983, y de Mari Carmen Hernández, viuda de Jesús Mari Pedrosa, concejal del PP muerto en una acción de ETA en Durango en 2000. En él invitan a la sociedad vasca «a realizar su propia revisión autocrítica del pasado mediante un compromiso ineludible con la verdad y con la justicia. Sanar las heridas obliga a un proceso que no está exento de tensiones o conflictos. Nosotros lo hemos vivido tal vez como nadie. Esperamos que esta experiencia compartida anime a otros y a otras a hacer sus propios procesos».

Tras las reuniones celebradas en puntos muy discretos, como la citada Glencree o una localidad de Palencia, constatan que «no nos identificamos con definiciones y conceptos que se utilizan habitualmente para describirnos, ni nos gusta cómo se habla de nuestra realidad, que es plural y diversa». Entienden que para la convivencia son «deseables y necesarios los gesetos de reconocimiento del daño causado y la asunción de responsabilidades por parte de todos los perpetradores de la violencia injustamente padecida por tantas personas».

La iniciativa fue impulsada en 2007 desde la Dirección de Atención a las Víctimas del Gobierno de Lakua, pero desde el primer momento se creó un equipo técnico que ha sido el que ha guiado las reuniones, y la iniciativa ha tomado vida propia de modo que han sido las víctimas implicadas las que han tomado las sucesivas decisiones. Ahora han optado por hacer público todo ello, en una rueda de prensa que a su vez pone fin a la trayectoria de esta iniciativa Gleencree.

En las reuniones han participado víctimas de ETA, de la guerra sucia, de la violencia policial... Por dar algunos nombres, Edurne Brouard -hija de Santi Brouard, muerto por los GAL–, Trini Cuadrado –viuda de Miguel Arbelaiz, militante de HB que murió a manos del BVE–, Amaia Guridi –viuda de Santiago Oleaga, muerto a manos de ETA–, Patxi Elola –concejal del PSE de Zarautz víctima de numerosos ataques–, Mikel Paredes –hermano de Jon Paredes Manot, uno de los últimos fusilados por Franco–, Jaime Arrese –hijo del dirigente de UCD del mismo nombre abatido por ETA–, Fernando Garrido –hijo de Rafael Garrido, gobernador militar de Gipuzkoa muerto a manos de ETA junto a su madre y su hermano pequeño–... En total, una treintena de personas.