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El Senado uruguayo da luz verde a la ley que despenaliza el aborto

El Senado uruguayo ha aprobado, tras varias horas de debate, la ley de despenalización del aborto que convierte a Uruguay en uno de los pocos países latinoamericanos en despenalizar la interrupción del embarazo.

El Senado uruguayo, durante la votación de la norma. (Miguel ROJO/ARGAZKI PRESS)
El Senado uruguayo, durante la votación de la norma. (Miguel ROJO/ARGAZKI PRESS)

Con 17 votos a favor, el Senado de Uruguay ha aprobado la ley para despenalizar el aborto durante las primeras 12 semanas de gestación y bajo ciertas condiciones, tras una jornada de debate de más de cuatro horas.

El opositor Partido Nacional ha adelantado su intención de convocar a una consulta popular en rechazo de la normativa y ha dicho que en caso de que sea la oposición quien triunfe en las próximas elecciones, esta ley podría ser anulada.

Tras la aprobación en el Senado y el anterior visto bueno de la Cámara de Diputados, falta que el presidente uruguayo, José Mujica, la promulgue para que entre en vigor, informa TeleSur.

La ley establece que las mujeres que quieran interrumpir su embarazo tendrán que acudir a un médico que las remitirá a una comisión formada por sicólogos, ginecólogos y trabajadores sociales que la asesorarán.

Posteriormente, la mujer tiene cinco día para reflexionar y podrá iniciar el procedimiento con su médico en un centro de salud. Sin embargo, los abortos que se realicen fuera de esta normativa continuarán siendo ilegales.

La norma estipula que «la interrupción del embarazo no será penalizada», siempre y cuando la mujer cumpla voluntariamente con los requisitos establecidos, en casos de existir riesgos de salud para la madre, y mientras el procedimiento se realice en centros de salud y bajo supervisión de las autoridades.

También establece que los profesionales de la salud que tengan objeción de conciencia deberán manifestarla en la institución en la que trabajan y dicha objeción será aplicable en todas las instituciones de salud donde se desempeñen.

En tanto, a las instituciones que por su «ideario» sean contrarias al aborto, como el Círculo Católico y el Hospital Evangélico, no se las obligará a realizar los procedimientos, pero sí deberán derivar a la mujer a otra institución para que la interrupción sea realizada.

Anualmente, en Uruguay se producen alrededor de 30.000 abortos ilegales, según cifras oficiales. La nueva ley deja sin efecto la legislación de 1938 que penaliza entre tres y nueve meses de prisión a la mujer que aborte y hasta dos años de cárcel para quien lo practique.

Tras la aprobación de la propuesta en el Senado, Uruguay es uno de los pocos países de América Latina en interrumpir el embarazo, posibilidad una posibilidad que hasta ahora solo existía en la capital mexicana y en Cuba, Guyana y Puerto Rico. En Argentina y Colombia está permitido cuando existe riesgo de vida para la madre o cuando la mujer ha sido víctima de una violación.

El último antecedente de despenalización del aborto en Uruguay data de 2008, cuando el expresidente Tabaré Vázquez vetó la denominada Ley de Salud Sexual y Reproductiva, basado en razones filosóficas y biológicas.