El regreso de ‘La Traviata’ de Verdi a la Quincena Musical de Donostia dos décadas después es uno de los atractivos de la 74 edición de este festival, que recurrirá a Shostakovich, Mahler y Nielsen para una conmemoración antibelicista del bicentenario de la quema y reconstrucción de la ciudad.

La representación de la obra tendrá lugar los días 11 y 13 de agosto y será interpretada por la Orquesta Sinfónica de Euskadi y el Coro Easo bajo la dirección musical de Pietro Rizzo y la dirección de escena de Susana Gómez, y con Desirée Rancatore y Josep Bros en los papeles de Violeta y Alfredo.

Se trata de una producción de la Quincena con el Festival de San Lorenzo del Escorial, la Fundación Baluarte de Iruñea y el Festival de Ópera de Oviedo.

El director del festival, Patrick Alfaya, acompañado del alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre, ha presentado esta nueva edición que homenajea a la sociedad civil donostiarra que hace 200 años «quiso y supo recuperarse con la voluntad y el esfuerzo colectivo del desastre de la guerra».

Según ha indicado, «tres momentos representativos ilustran este homenaje», la destrucción, representada en la Sinfonía nº13 de Shostakovich ‘Babi Yar’, la fuerza de la voluntad humana descrita por Nielsen en su Sinfonía nº4, también conocida como ‘La Inextinguible’ y la idea de resurreción con la Sinfonía nº2 de Mahler, también llamada ‘Resurrección’, esta última coincidiendo con el 31 de agosto, día en que se conmemora la quema de la capital guipuzcoana en 1813.

La Quincena, además de celebrar el 200 aniversario del nacimiento de Verdi (1813-1901) con la escenificación de una de sus óperas más famosas, recordará también a su coetáneo Richard Wagner (1913-1883), con la Orquesta Mariinsky, que tocará el preludio del acto I de ‘Lohengrin’, y con la de Frankfurt, que abordará la Sinfonía ‘Wagner’ de Bruckner, la número 3.

Y además de la vuelta de la danza con Malandain Ballet de Biarritz y ‘Romeo y Julieta’, el público podrá descubrir el 27 y 28 de agosto al joven director británico Robin Ticciati, una batuta a la que Alfaya augura un gran futuro, tanto que han optado por contar ahora con su presencia antes de que su caché impida traerle de nuevo a Donostia.

El festival, que también saldrá este año a otras localidades de Gipuzkoa y viajará a Araba con la Quincena Andante, mantiene sus habituales ciclos: música clásica, contemporánea, órgano y jóvenes intérpretes.

Presupuesto

Por otro lado, ha destacado que los conciertos programados en el Auditorio Kursaal han pasado de ser 12 en 2012 a 11 esta edición. Y los programas del Victoria Eugenia pasan de uno a cuatro, con la novedad de que el ballet regresa al festival.

El certamen ha asumido parcialmente la subida del IVA y ha incrementado una media del 10% el precio de sus localidades. No obstante, se mantiene el precio de la localidad más barata en 10 euros para todos los espectáculos del Auditorio Kursaal y del Victoria Eugenia, así como el precio de tres euros para las entradas de última hora para jóvenes menores de 30 años.

El presupuesto artístico del certamen se ha reducido este año hasta los 1.160.000 euros, frente a los 1.410.000 euros del ejercicio precedente.