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WASHINGTON

La Policía de EEUU registra datos de millones de automovilistas

Los sistemas de vigilancia empleados por la Policía o los cuerpos de inteligencia cruzan, en muchas ocasiones la barrera de la intimidad. En EEUU Edward Snowden revelaba el registro de llamadas telefónicas de millones de personas. Ahora, una asociación afirma que la Policía guarda un número «escalofriante» de registros de automovilistas.

¿Espionaje o seguridad? Esa viene siendo una de las cuestiones más polémicas de los últimos años, sobre todo desde que los avances tecnológicos han facilitado sobremanera la masiva recabación de datos de millones de ciudadanos.

La revelación de Edward Snowden, exagente de la inteligencia estadounidense, ha suscitado una crisis internacional. Snowden destapaba uno de los secretos de EEUU a través del diario ‘The Guardian’, a quien filtraba información confidencial. En la misma aseguraba que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) recogía a diario registros de millones de clientes de la operadora de telefonía Verizon, en virtud de una orden judicial.

El documento muestra, por primera vez, que bajo la Administración de Barack Obama se han efectuado registros de comunicaciones de millones de ciudadanos de manera indiscriminada y sin tener en cuenta si los autores de las llamadas han cometido algún delito.

Semanas después de esta revelación llega un estudio de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) titulado ‘Te están vigilando’. En el mismo se recoge que la Policía de EEUU guarda una cantidad «escalofriante» de datos de los automovilistas, obtenidos a partir de los lectores automáticos de placas que proliferan en las calles y vehículos policiales.

ACLU ha revisado el uso de esos artefactos por parte de las fuerzas policiales en el país. Los artefactos usan pequeñas cámaras fotográficas de alta velocidad que permiten la captura del número de la placa y añaden la fecha, hora y lugar de cada toma.

«La información se colecta y a veces se comparte en sistemas regionales», explica el informe. «Como resultado, crecen rápidamente los enormes bancos de datos con información que localiza a automovilistas inocentes».

Esta información, que también se comparte con los gobiernos de los estados y agencias del Gobierno federal, a menudo se guarda por años o de manera indefinida, con pocas o ninguna restricción que proteja los derechos individuales a la privacidad, según ACLU.
«Toda esa información guardada en un banco de datos es escalofriante», señala Crump.

La Policía, sin embargo, no comparte la misma opinión. Para la Policía, este acervo de información es «una ayuda» en las investigaciones y, por ejemplo, permite una revisión de las placas de automóviles que han estado cerca de la escena de un crimen, lo cual puede conducir a un sospechoso.

El sargento Robert Eberling, del Departamento de Policía de Grapevine, Texas, asegura que los lectores de placas «son solo otra herramienta en nuestras manos». Grapevine, una ciudad de 47.000 habitantes en el área metropolitana de Dallas-Fort Worth, ha recolectado y tiene almacenadas dos millones de imágenes de placas de automóvil, con fechas, horas y lugares.

Para el estudio, las filiales de ACLU en 38 estados y el Distrito de Columbia pidieron información de registros a casi 600 departamentos de policía local y estatal, y otras agencias estatales y federales.