El CNHD ha emitido un comunicado para anunciar los contactos con las familias de los citados saharauis, tres días después de que dos organismos saharauis pro derechos humanos denunciaran en rueda de prensa en Rabat la existencia de esa fosa común, encontradaa raíz de la investigación llevada a cabo por un equipo vasco dirigido, entre otros, por el experto antropólogo forense Francisco Etxebarria.

El Consejo «tomará contacto con las familias de las ocho personas para recoger todo elemento de información nuevo, asumiendo que en cualquier momento se puede recurrir a la Justicia marroquí conforme al derecho marroquí y al internacional», ya que el organismo está dispuesto a «recibir todo elemento que permita avanzar en el esclarecimiento de la verdadÇ.

El comunicado, que evita identificar a los ocho desenterrados como «saharauis», asegura que su caso «ha sido objeto de intercambios permanentes» entre el Gobierno marroquí y el grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzosas e involuntarias.

El CNDH asegura que el caso de los ocho desaparecidos ya fue objeto de investigación de la oficial Instancia de Equidad y Reconciliación (IER, encargada de ofrecer reparaciones a las víctimas de la represión), pero da a entender que la falta de resultados se debe a haber accedido «solamente a los archivos de las autoridades marroquíes» y no del Frente Polisario.

El comunicado no hace mención a otros casos de desaparecidos saharauis por razones políticas -que los organismos saharauis cifran en 400-, pero asegura que el Comité Internacional de la Cruz Roja ha investigado y continúa investigando el destino de personas desaparecidas en Marruecos y que en noviembre próximo efectuará con este fin una misión al país.