Mahmud Abbas ha afirmado que «hace todo lo que puede» para lograr la excarcelación de los presos palestinos y ha advertido de que la situación empeorará si el Gobierno de Israel «insiste en negarles sus derechos fundamentales».
En este sentido, ha indicado que «el asunto de los prisioneros sigue siendo central» para su Gobierno y para el pueblo palestino, según ha informado la agencia oficial palestina de noticias, WAFA.
En la misma línea, el secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, ha pedido a la comunidad internacional que haga rendir cuentas a Israel por su «violación sistemática» de los derechos de los palestinos.
«Es el momento de que la comunidad internacional tome medidas concretas para garantizar que Israel cumple sus obligaciones con el Derecho Internacional y respeta los derechos de los prisioneros», ha dicho.
Erekat ha solicitado además a Israel que «libere a los presos si quiere lograr la paz».
Israel responde con medidas contra los presos
Más de 1.600 presos palestinos iniciaron ayer una huelga de hambre indefinida para denunciar sus condiciones de vida en las cárceles israelíes y reclamar el fin del aislamiento y mejoras en sanidad, entre otras reivindicaciones.
El Comité para los Asuntos de los Prisioneros de la Autoridad Palestina ha denunciado que el Servicio de Prisiones israelí ha tomado medidas principalmente contra los presos que lideran la huelga, como el dirigente de Al Fatah Marwan Barghuti, quien fue trasladado desde la prisión de Hadarim a la de Jalama en régimen de aislamiento. El mismo trato que Barghuti han recibido otros dos presos, Karim Yunis y Mahmud Abú Srur.
Según ha señalado el citado comité, algunos huelguistas han sido puestos en aislamiento, se les han confiscado posesiones personales y ropas o «se ha convertido sus celdas en celdas de confinamiento». Además, se ha prohibido a los presos palestinos ver la televisión.