Muñoz apunta que «mal vamos si la huelga se le atraganta al movimiento sindical», y tilda de «preocupante» la explicación dada por LAB –«somos la primera fuerza en esos sectores y hemos decidido actuar con la responsabilidad política que nos corresponde por ello»– para firmar el acuerdo en esos sectores. «Donde LAB es mayoría ‘actuar con responsabilidad’ significa que no hay huelga», critica Muñoz.

El líder de ELA recuerda que «se trata de sectores muy feminizados (más del 90% de la plantilla) y, precisamente por ello, los más precarios dentro de la educación pública. En Cocina y Limpieza hay un 64% de temporalidad, en Educación Especial un 58%, y en Haurreskolak un 41%».

«Se han perdido cientos de puestos de trabajo; las cargas de trabajo han aumentado de manera notable; muchas de las jornadas son parciales, precarias, incluso hasta en fraude de ley. Si reparamos en los salarios, son entre un 12% y un 35% más bajos que la media de los salarios en la educación pública», añade.

Muñoz estima que «los acuerdos firmados por LAB, CCOO y UGT no resuelven nada de eso, más bien lo perpetúan», y remarca que si el Ejecutivo de Lakua ha aplaudido esa decisión es porque «el sindicalismo ‘responsable’ siempre es bien valorado por patronales y gobiernos».

ELA entiende que «si el objetivo de LAB es desmovilizar, no es posible una acción estratégica con ellos», y asegura que «trabajará para mantener la enorme movilización lograda en la educación pública», porque «solo la movilización obligará a moverse al gobierno y posibilitará que reviertan los recortes y pongan fin a la precariedad. El sindicalismo reivindicativo se construye desde una práctica concreta, desde la acción reivindicativa. En ese camino es posible el encuentro y la acción estratégica; fuera de él, no».