NAIZ
MADRID

Los cuatro jóvenes juzgados en la AN niegan haber participado en los incidentes de Iruñea

Los cuatro jóvenes que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional española a raíz de los incidentes registrados en Alde Zaharra de Iruñea el 11 de marzo de 2017, han negado su participación en los mismos.

El abogado Iñigo Iruin, junto a los tres encausados que defiende. (J. DANAE/FOKU)
El abogado Iñigo Iruin, junto a los tres encausados que defiende. (J. DANAE/FOKU)

A los cuatro acusados, para cada uno de los cuales la Fiscalía pide años de cárcel y que desde hoy están siendo juzgados en la Audiencia Nacional por «desórdenes públicos terroristas», se les han mostrado imágenes de la manifestación celebrada ese día en Iruñea bajo el lema ‘Errepresioari autodefentsa’.

Tres de ellos han precisado que se desplazaron desde Errenteria para participar en la concentración en un autobús alquilado para ello «porque salía más barato» y que recibieron el alto de la Guardia Civil antes de entrar en Iruñea. Uno de los jóvenes ha explicado que los agentes les identificaron y les dejaron continuar a sabiendas de que iban a participar en la marcha, de ahí que no sospecharan que no estaba comunicada a las autoridades.

El cuarto acusado ha explicado que acudió en coche porque había quedado con una amiga en Iruñea a las siete de la tarde y que cuando aparcó el vehículo vio la manifestación y decidió unirse porque le quedaba tiempo antes de la cita. La chica ha declarado como testigo y, a preguntas del fiscal, ha corroborado su versión al indicar que dada la zona en la que el acusado dejó el coche estaba obligado a pasar por ahí.

Han explicado ante el tribunal, presidido por la magistrada María José Rodríguez Duplá, que no participaron en los disturbios y que tampoco guardan ningún tipo de relación con las personas que convocaron la manifestación y que en la misma no se profirieron gritos a favor de ETA.

Han añadido que cuando se produjeron los incidentes huyeron de Alde Zaharra para refugiarse y que los tres que llegaron en autobús fueron abordados por policías de paisano, que tras preguntarles la hora, se abalanzaron sobre ellos para arrestarles en la plaza en la que habían quedado para regresar a casa –posteriormente fueron encarcelados y estuvieron ocho meses en prisión–.

El interrogatorio a los acusados ha seguido a la exposición de cuestiones previas en las que la defensa ha pedido al tribunal que sus clientes declararan tras las testificales para evitar que todo el juicio gravite en relación a sus testimonios. El tribunal, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía, ha denegado la solicitud y ha decidido no alterar el orden de pruebas porque considera que sus derechos ya están garantizados.

Pelotas de goma para «proteger a los viandantes»

Uno de lo policías que han participado en la investigación de estos hechos ha asegurado que el día de los disturbios, que ha descrito como «una lluvia de piedras tremenda», las calles de Alde Zaharra estaban abarrotadas porque había buen tiempo y había muchas familias con niños paseando.

Otro de los policías que ha testificado ha llegado a decir que «dada la virulencia» del ataque tuvieron que utilizar pelotas de goma «para proteger a los viandantes».

Un policía menciona las siglas ATA

Uno de los policías que han declarado como testigos ha mencionado hoy las siglas ATA como aglutinador de «la disidencia» de ETA, a pesar de que ni en el atestado ni en la instrucción se menciona a este grupo. La existencia de un grupo organizado es imprescindible para la calificación de acto «terrorista».

Aministiaren Aldeko eta Errepresioaren Aurkako Mugimendua ha hecho pública hoy una nota en la que señala que «la actuación política de nuestros militates es pública y entre los impulsores de esa actividad no están estos jóvenes». Junto a ello, ha negado que la de Iruñea fuera una manifestación de su movimiento, sino que era uno más de los colectivos que organizaban la movilización.

Visto para sentencia el miércoles

El juicio quedará visto para sentencia el miércoles con los informes de las defensas y del fiscal, José Perals –el mismo del juicio a los jóvenes de Altsasu–, que sostiene en su escrito que los cuatro jóvenes acudieron a la convocatoria de aquel 11 de marzo para realizar «ataques perfectamente organizados.