El jefe de Climatología y Usuarios de Aemet en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, Miguel Ángel Manjón, ha informado en rueda de prensa en Donostia del balance meteorológico de la primavera y de las previsiones para la estación estival, que arranca este jueves, mientras que Peio Oria ha hecho lo propio en Iruñea para explicar la previsión sobre Nafarroa.

A diferencia de los malos pronósticos del pastor de Gorbea, que auguraba un verano muy lluvioso y con mucho viento, Aemet espera un verano dentro de lo habitual en esta época. 

Manjón ha pronosticado un verano «normal» en el que las temperaturas quedarán en los valores habituales, que en el Gipuzkoa y Bizkaia suelen ser de 19 o 20 grados de media entre máximas y mínimas, y en Araba, de 18.

Las precipitaciones acumuladas durante los meses de julio, agosto y setiembre se situarán en torno a los 300 litros en Gipuzkoa; los 200 en Bizkaia y los 120 en Araba, mientras que la insolación en todo el período en cada territorio podría ser de 570, 520 y 650 horas, respectivamente.

Manjón ha señalado que, por tanto, «no hay nada significativo en la predicción» del verano en la CAV, que será el habitual con días buenos de sol, episodios puntuales de calor intenso y de bajada de temperaturas, y con presencia también del típico sirimiri.

Ha anunciado que probablemente el primer «cambio brusco» llegará el domingo o el lunes con una entrada de aire cálido africano, que afectará sobre todo a Araba, y que podría obligar a activar ya los primeros avisos por altas temperaturas, que en el interior que podrían ser de 35 o 36 grados.

Manjón no ha descartado que estas altas temperaturas vayan acompañadas también de episodios tormentosos.

En cuanto al balance de la pasada primavera, el representante de Aemet ha señalado que, tras un «invierno duro», ha habido una primavera «húmeda y cálida», con un mes de marzo en el que continuó la precipitación y un mes de abril, también húmedo, pero sobre todo «muy cálido» con temperaturas máximas que llegaron a alcanzar los 30 grados en Álava.

Manjón ha dicho que, «por fin», mayo fue un mes que puede calificarse de «normal», mientras que junio parece marcado por la «inestabilidad» con precipitaciones más altas, que provocaron alguna inundación en municipios como Irun, y temperaturas más bajas, que podrían cambiar, sin embargo, en pocos días.

El verano, por tanto, se dejará sentir en breve, donde la temperatura del agua del mar, por lo menos la de la bahía de La Concha, está desde finales de abril por encima de sus «valores medios».

«Próximo a lo normal» en Nafarroa

En Nafarroa, Aemet espera un verano «próximo a lo normal» tanto en temperaturas como en precipitaciones.

«Parece que podríamos tener un verano en cuanto a temperaturas próximo a lo normal, si acaso con temperaturas ligeramente más cálidas de lo habitual, con días muy calurosos como estos próximos días, pero en conjunto sería próximo a lo normal», ha dicho el delegado Peio Oria.

Ha manifestado respecto a las precipitaciones que ninguno de los modelos consultados «da señal si esperamos un trimestre más lluvioso o más seco de lo normal», por lo que los «porcentajes acumulados pueden estar próximos a lo normal».

Oria ha recordado que la temperatura media en verano en Nafarroa es de 20,4 grados (máximas medias de 27,2 grados y mínimas medias de 14,2 grados) y ha señalado que sería «arriesgado» dar una pronóstico ahora para los próximos sanfermines.

«Faltan dos semanas y no podría dar un pronóstico fiable para el 6 de julio, aunque hasta finales de este mes sigue la tendencia cálida, seca, de tiempo estable», ha declarado.

Oria sí ha podido concretar una predicción para los próximos nueve días, hasta finales de la próxima semana, con pronóstico de temperaturas «muy altas» en todo el herrialde para el domingo, lunes y martes, sobre todo en Erribera.

Ha comentado sobre las precipitaciones de la próxima semana que salvo mañana por la mañana, cuando es probable que «se escape alguna gota de lluvia en el vertiente cantábrica», no se esperan precipitaciones en Nafarroa en los próximos días, por lo que se prevé estabilidad y tiempo «caluroso», con «temperaturas por encima de lo normal».

Oria ha hecho balance de la primavera meteorológica (marzo-abril-mayo), en el que ha destacado un comportamiento estacional «frío» en cuento a temperaturas, con solo 0,1 grados de diferencia negativa respecto a lo climatológicamente esperable, por lo que ha sido «normal, tendiendo a ligeramente fría».

La primavera ha sido «muy lluviosa», especialmente en el sur y en el este de Nafarroa «respecto a los valores normales», sobre todo en Tutera, donde llovió «tres veces más de lo normal».

En Iruñerria, a tenor de los valores de la principal estación de referencia, en el aeropuerto de Noain, la primavera ha sido «fría», sin apenas heladas (3 días), pero «muy cerca de lo normal y muy lejos de las primaveras de los años 70 y 80 que fueron mucho más frías», con datos desde 1975.

Las precipitaciones en la primavera en Iruñea estuvieron «muy por encima de lo normal», ya que ha «llovido el doble» y, teniendo en cuenta los valores entre enero y mayo, 2018 ha tenido el segundo arranque «más lluvioso» desde que existen datos (1975) por detrás de 2013.