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BARCELONA

El unionismo copa el homenaje a las víctimas del 17A

Barcelona ha acogido esta mañana el principal acto de homenaje a las víctimas de los ataques del 17 de agosto de hace un año. Una conmemoración impecable encima del escenario, pero que el unionismo ha convertido en un acto de reafirmación de Felipe de Borbón.

Independentistas y unionistas han coincidido en el mosaico de Joan Miró, en la Rambla. (Lluís GENÉ / AFP)
Independentistas y unionistas han coincidido en el mosaico de Joan Miró, en la Rambla. (Lluís GENÉ / AFP)

Como si de un 12 de octubre se tratase. Así ha quedado la plaza Catalunya durante el homenaje a las víctimas de los ataques de hace un año. Los Mossos, bajo la atenta mirada de unas decenas de voluntarios de una cosa llamada Unión Monárquica, autoerigida en «servicio de orden» sin que nadie les dijese nada, se han encargado de requisar toda simbología independentista, dejando entrar solo las banderas españolas.

Varios de los presentes han recibido con vivas al Rey a Felipe de Borbón, pese a la reclamación de silencio por parte de la mayoría de asistentes. Lejos de callar, los vivas a España y al monarca se han acrecentado.

Una gran pancarta colgada en uno de los edificios que dan a la plaza Catalunya se ha convertido en el símbolo de protesta más evidente ante la presencia del monarca en Barcelona. Más aún teniendo en cuenta que a primera hora de la mañana los Mossos han tratado de arrancarla. «El Rey español no es bienvenido en los Països Catalans», se leía en la pancarta, escrita en inglés.

La excepcionalidad de la situación también se ha plasmado a la llegada de Felipe de Borbón a la plaza, cuando el president de la Generalitat, Quim Torra, le ha presentado a Laura Masvidal, la pareja de Joaquim Forn, conseller de Interior hace un año y ahora mismo encarcelado en Lledoners. «No soy yo quien debería estar aquí», le ha dicho Masvidal al monarca.

John Donne en plaza Catalunya

Sobre el escenario, sin embargo, ninguna autoridad. Con piezas musicales como “El cant del Ocells”, “Imagine”, “Hallelujah”, o “Qualsevol nit pot surtir el sol” acompañando el acto, siete jóvenes han leído un poema del inglés John Donne en los siete idiomas de las víctimas mortales del 17A.

«Nadie es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; por eso la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas, porque están doblando por ti», dice el poema.

Antes, las autoridades catalanas y barcelonesas han participado junto a los familiares de las víctimas en una ofrenda floral en el mosaico de Joan Miró, en medio de la Rambla, en el lugar en el que la furgoneta se detuvo hace un año. Un lugar que, con la plaza de Catalunya completamente blindada, se ha convertido en el epicentro de los homenajes más populares y espontáneos.

Hasta allí ha llegado también la manifestación convocada por los CDR en recuerdo de las víctimas y contra la presencia del Rey en Barcelona. Por la tarde, sin embargo, la cita es en Lledoners, donde ANC y Òmnium recordarán la respuesta de las instituciones catalanas ante los muros de la prisión tras los cuales está, con el resto de presos políticos hombres, Joaquim Forn.