Transcurridos más de dos meses desde que la Red de Apoyo a migrantes de Irun denunció por primera vez la «absoluta indiferencia de las instituciones hacia este colectivo en situación de exclusión», miembros de la plataforma han llevado a cabo un almuerzo solidario para a continuación hacer una valoración de estos últimos meses.

Según han apuntado, desde las instituciones se han tomado medidas de acogida de inmigrantes «mínimas» que ahora, además, se «endurecen, mientras la llegada de personas continúa».

Para la plataforma, las nuevas medidas adoptadas «rayan lo absurdo. Se impide el acceso a los dispositivos a todas aquellas personas que lleven más de 30 días en la península», y recuerdan que para que los inmigrantes lleguen hasta Irun necesitan al menos dos semanas.

Han explicado que a los inmigrantes se les pide la orden de expulsión de la Policía para que tengan acceso al albergue, orden que no todos tienen, «lo que deja fuera a un buen número de personas, que acaban durmiendo bajo un toldo en el exterior de Lakaxita, habiendo más de 40 plazas vacías en Martindozenea».

Además, la Cruz Roja, entidad que gestiona el albergue Martindozenea, no permite estancias que superen los tres días, «aunque la Mesa Interinstitucional volvió a fijar ayer una estancia máxima de cinco días. Esperamos que esta vez se cumpla». Por otro lado, la «rigidez» de horarios obliga a los inmigrantes a permanecer fuera del mismo durante la mayor parte del día, según han indicado desde la red de apoyo a migrantes de Irun.

En lo que a atención sanitaria se refiere, han informado de que varias personas con problemas de salud «graves» están carentes de seguimiento, «por lo que son las personas de la Red quienes lo hacen».

«Siguen habiendo recursos suficientes para atender a estas personas y están siendo desaprovechados». A pesar de todo ello, la Red de Apoyo de Irun continuará con su labor.