Bilbo, Gasteiz, Donostia e Iruñea han acogido esta tarde sendas movilizaciones de jubilados y pensionistas en demanda de unas pensiones públicas «dignas» de al menos 1.080 euros al mes.

La manifestaciónen Bilbo ha reunido a más de 21.000 personas, según el recuento realizado por GARA y NAIZ. La marcha, acompañada por gaiteros y txistularis, ha arrancado desde el Sagrado Corazón y ha concluido en el Ayuntamiento. Allí, un mar de puntos de luz, por medio de teléfonos móviles y linternas en alto, han despedido la movilización acompañando la sintonía de ‘Txoria Txori’ que ha interpretado el grupo de gaiteros que ha marchado a la cabeza de la manifestación y que han entonado los participantes reunidos aún en el lugar. 

Los portavoces de la plataforma de colectivos de pensionistas han ensalzado la lucha de las mujeres y la de la juventud. «Nuestra lucha es la lucha por la dignidad de las personas» han recordado los oradores, destacando que la movilización persigue blindar las pensiones de hoy y de mañana. Se han referido también a la prórroga presupuestaria, sobre la que han lamentado que «es una oportunidad perdida para mejorar las condiciones de vida de miles de personas, muchas de ellas pensionistas»

Al comienzo de la marcha, Jon Fano, uno de los portavoces del colectivo de pensionistas de Bizkaia, ha señalado a GARA que están «muy preocupados por las posiciones que se siguen manteniendo en el Gobierno de Madrid y en el Gobierno de Gasteiz». «Sin duda lo que ha planteado estos días el Gobierno de Gasteiz, resistiéndose incluso a algo muy elemental, ha sido escandaloso y queremos decirles una vez más a ambos gobiernos que tomen medidas en serio para paliar la situación tan grave de pobreza que están padeciendo más de 150.000 pensionistas, en su mayoría mujeres, en la CAV».

2.700 personas, según el recuento de GARA y NAIZ, han participado en la movilización de Donostia, en la que ha habido gritos puntuales contra el Gobierno de Lakua y también pidiendo a Markel Olano, diputado general, que «escuche». Los lemas más coreados han sido «Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden», «Ez, ez, ez, murrizketarik ez» y «Fuera ladrones de las instituciones», además de apelaciones a sumarse a la marcha, sobre todo al pasar por la muy comercial Avenida de la Libertad, como «Los de la acera a la carretera» y «Tú que estás mirando, también te están robando».

El comunicado de la Plataforma de Asociaciones de Mayores de Gipuzkoa ha hecho hincapié en la reivindicación de los 1.080 euros y en que «sabemos que hay dinero para pagar las pensiones. Hoy hay más riqueza que nunca, pero las desigualdades crecen. No es un problema técnico, sino de decencia y voluntad política». También se ha incidido en la necesidad de eliminar la brecha entre hombres y mujeres y en acabar con sueldos labores indignos que anticipan «más pensiones de pobreza».

En Iruñea, un millar de personas se han manifestado en una convocatoria de las organizaciones Anapen, Anapp, LAB Pentsiodunak, Lacarra, Pentsionistak Martxan y Sasoia tras una pancarta en la que podía leerse «Por un sistema público de pensiones. Aurrekontuak pertsona denontzat». 

En Nafarroa, a diferencia de la CAV, el año termina con un acuerdo presupuestario entre las fuerzas del cuatripartito. Las organizaciones de personas jubiladas han destacado que tanto los presupuestos navarros como los españoles «nacen cojos porque no hay todavía una fiscalidad justa que saque el dinero de donde hay y evite los fraudes». 

«A la hora de decidir el destino del dinero, hay que priorizar necesidades, partiendo de las miles de personas y hogares que malviven en la pobreza, con efectos nefastos en la sanidad, en la educación y en la dependencia. Tenemos claro que el primer deber de toda gobernanza, por encima del pago de deudas y la condescendencia con quienes poseen la riqueza, debe ser que toda persona viva con dignidad», han añadido, reclamando que los presupuestos se adecúen a este objetivo.

Por ello, han denunciado que miles de personas viven con pensiones de miseria, especialmente las mujeres a quienes no se ha reconocido el trabajo en casa o en los cuidados y han cotizado en condiciones inferiores. Han reclamado la pensión mínimo de 1.080 euros, tal y como establece la Carta Social Europea, pero han asumido que transitoriamente pueda ser un avance llegar a los 900 euros, igual que el SMI.

Asimismo, han abogado por la defensa de un sistema público de pensiones que garantice la dignidad de las personas y han rechazado cualquier apoyo a los planes privados de pensiones, ya que supone ahondar en la marginación de quienes no pueden sufragarlos.  

Además, han reclamado que se garantice la revalorización de las pensiones en función del IPC y que se blinde por ley y han rechazado el factor de sostenibilidad y las últimas reformas laborales y de pensiones.

En Gasteiz, alrededor de dos millares de personas han recorrido el centro de la ciudad tras una pancarta con el lema «Pensiones públicas dignas».