Koldo LANDALUZE

60 años de la publicación de ‘Psicósis’, el original que inspiró el clásico de Hitchcock

Estrenada en 1960, ‘Psicósis’ pasa por ser una de las obras maestras de Alfred Hitchcock y, por extensión, del cine de terror. Un año antes fue publicado el original literario homónimo firmado por Robert Bloch, un autor que fue injustamente señalado como escritor mediocre.

El escritor Robert Bloch entra en esa injusta tipología de escritores que son juzgados cuando su obra ha sido adaptada para la gran pantalla con gran éxito y, precisamente por ello, su original literario tiende a ser minusvalorado o despreciado.
Cuando Alfred Hitchcock estrenó ‘Psicósis’, el escritor tuvo que cargar con el sambenito de autor mediocre debido a que su original literario, en manos del mago del suspense, se había transformado en una pieza maestra del terror. O dicho de otra manera, Hitchcock aumentó su grandeza creativa por que supo amplificar al máximo las posibilidades tímidamente esbozadas en la novela.
A pesar de esta injusticia, Robert Bloch estaba muy bien considerado dentro del género fantástico y de terror. Autor prolífico, firmó más de 400 relatos cortos, más de 20 novelas y una serie de guiones destinados a la pequeña y gran pantalla. Admirador confeso de los grandes autores de la novela de terror estadounidense –H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe–, pasa por ser uno de los  pioneros a la hora de subvertir una norma, el trabajo para televisión infravaloraba a los escritores. De esta manera y llevando la contraria a varios colegas de profesión, se embarcó en la redacción de varios episodios de la de teleserie ‘Alfred Hitchcock presenta’, firmó los argumentos de veinte episodios de ‘La hora de Alfred Hitchcock’ y participó en los guiones del programa ‘Thriller’ que presentó el gran Boris Karloff.
No obstante, y gracias al furibundo entusiasmo que los trekkies demuestran a todas y cada una de las personalidades que participan en la saga ‘Star Trek’, su más popular contribución para la pequeña pantalla siempre será la escritura de tres historias originales para la mencionada serie de ciencia ficción.
Hace más de diez años, la editorial Valdemar publicó una obra que nos descubrió que su talento se expandía más allá de ‘Psicósis’. Titulada ‘El que abre el camino’ se trata de un recopilatorio que aglutina sus primeros y más destacados relatos, entre los cuales figuran ‘Madre de las serpientes’, ‘Suyo afectísimo, Jack el destripador’ y el que da título a esta recopilación, ‘El que abre el camino’; un relato publicado originalmente en 1945.
Secuelas literarias y muy afiladas contra Hollywood
La relación de Robert Bloch con su criatura literaria más célebre, ‘Psicósis’, resulta cuanto menos singular. Publicada dos años después de la detención de Ed Gein –el asesino en serie cuyo mobiliario doméstico se componía de restos humanos y en cuyo armario se hallaron ropas zurcidas con piel humana–, la novela se revela como un interesante acercamiento a la laberíntica y retorcida mente de un hombre en apariencia afable pero masacrado internamente por sus propios infiernos y traumas sicológicos, Norman Bates. Tanto Ed Gein como el propietario del Motel Bates compartían un nexo común, la traumática relación que compartieron con su madre difunta, pero siempre presente.
El éxito de la novela y, sobre todo el que cosechó el filme de Hitchcock, inspiró varias secuelas literarias tardías firmadas por el propio Bloch, el cual quiso dejar claro a través de ellas su disconformidad con Hollywood y su propensión a exprimir al máximo la gallina de los huevos de oro.
Cuando en 1983 Universal anunció ‘Psicosis II’, Bloch se empleó a fondo en la escritura de una pequeña novela, también basada en su imaginario de ‘Psicósis’ que publicó un año antes del estreno fílmico. Ello provocó un gran enfado a la compañía cinematográfica que, de inmediato, renegó cualquier tipo de vinculación con el escritor de Bloch. No resulta difícil imaginar que ambas secuelas, la literaria y la cinematográfica, no tienen nada en común, salvo a su protagonista. En la imaginación de Bloch, su Norman Bates escapa de un centro siquiátrico disfrazado de monja y descubre que su siniestra fama ha inspirado el rodaje de una película. Bates, visiblemente molesto, se dirige a Hollywood para eliminar a todas las personas implicadas en dicha producción.
Brutal y sacudida por un inquietante humor negro, esta pequeña pieza alcanzó mucha mayor repercusión que la secuela cinematográfica y propició que Bloch cerrara su personal trilogía con una nueva entrega titulada ‘Psycho House’, la cual tampoco tenía nada que ver con la tercera película de la franquicia ‘Psicósis’ que Hollywood se encontraba orquestando.
Bloch sobre Hitch
El escritor recordó que «Hitchcock tuvo que sortear muchos obstáculos porque nadie quería hacer ‘Psicósis’. En Paramout tenía plena libertad para elegir los temas de sus películas, pero a la productora no le gustó el argumento así que le dijeron a Hitch que en lugar de hacer una producción multimillonaria con Cary Grant y Jimmy Stewart en tecnicolor y con pantalla ancha, tan solo contaría con un pequeño presupuesto. Él les respondió 'de acuerdo, lo haré en blanco y negro y usaré mi propio equipo de cámaras de televisión de ‘Alfred Hitchcock Presenta’'. Más tarde le respondieron desde Paramout 'bueno, está bien, Hitch, pero estamos muy ocupados aquí. No tenemos ningún escenario gratis para ti'. Finalmente, Hitchcock zanjó la cuestión: 'Eso no es un problema. Usaré uno de los escenarios de Universal'. De esta manera, la película de Paramount fue rodada en Universal».
En cuanto a los motivos de esta decisión por parte de Paramout, Bloch señaló que «estaban seguros de que iba a ser un fracaso. Cuando los críticos se hicieron eco de estas impresiones de la productora, se reafirmaron en la misma idea. Odiaban la película y tuvo muy malas críticas. Fue señalada como un título muy inferior dentro de la filmografía de Hitchcock. Siete u ocho años después, los mismo críticos cambiaron de opinión y afirmaron que se trataba de una obra maestra y medían al resto de sus películas diciendo '¡Esto no es tan bueno como su clásico ‘Psicósis’!'».