Los seguidores de la obra de J.R.R. Tolkien no tardaron mucho tiempo en descubrir y difundir las primeras pistas que Amazon ha revelado en torno a su más ambicioso proyecto, la serie ‘El Señor de los Anillos’. En su cuenta oficial, Amazon Studio compartió un mapa que recrea parte de la Tierra Media y una misteriosa leyenda que dice «tres anillos para los reyes elfos bajo el cielo».

Con estas pistas, muchos usuarios han coincidido en señalar que esta superproducción, rodeada de un total hermetismo, podría etar ambientada durante las llamadas segunda y tercera edades. El mapa muestra lugares como Arnor o Gondor, lo cual ha provocado que muchos comentarios señalen que buena parte de la trama se desarrollará durante la Tercera Edad del Sol y parte de la Segunda Edad, coincidiendo con la caída de Númenor y la formación de los reinos. Cabe recordar que la revista ‘Variety’ fue la primera en afirmar que la trama de esta ficción, cuyo coste rondará los mil millones de dólares, se escenificaría antes de la formación de la ‘Comunidad del Anillo’.

‘Tolkien’, el biopic

Por otro lado, y sin movernos de este imaginario fantástico, el próximo mes de mayo se estrenará en las salas de cine ‘Tolkien’, la película biográfica basada en este profesor, filólogo y autor de, entre otras muchas obras, la saga de ‘El Señor de Los Anillos’ y ‘El Hobbit’.

El largometraje centra su interés en su juventud, la relación sentimental que compartió con Edith Mary Bratt y los infiernos que vivió en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial que otorgarían sentido a los lúgubres paisajes de Mordor.

La realización de este filme lleva la firma de Dome Karukoski y el reparto incluye a Nicholas Hoult, Lily Collins y Colm Meane. En relación a los episodios vividos en las trincheras del Estado francés, el propio Tolkien señaló que «mi Sam Gamyi –el inseparable amigo de Frodo Bolsón– es sin duda una reflexión sobre el soldado inglés, de los ayudantes y combatientes que conocí en la guerra de 1914, y que consideraba muy superiores a mí mismo».

Finalmente, la Tolkien Society, el mayor repositorio de información y documentación del legado del escritor, celebra este año su cincuenta aniversario e incluye en su agenda la monumental exposición dedicada a Tolkien la cual, y tras su paso por la Universiad de Oxford el pasado año, puede ser visionada actualmente y hasta el próximo mes de mayor en la Biblioteca Morgan de Nueva York.

Crónicas fílmicas de ‘El Señor de los Anillos’

Dejando a un lado los grandes logros que consiguió el neozelandés Peter Jackson con sus adaptaciones de ‘El Señor de los Anillos’ y ‘El hobbit’, siempre se consideró imposible recrear visualmente el fértil imaginario de J.R.R. Tolkien y la mayoría de los intentos se concentraron en plasmar cinematográficamente la secuela de ‘El hobbit’, la trilogía de ‘El Señor de los Anillos’.

Las dos primeras tentativas recibieron la negativa del propio autor el cual no vio con buenos ojos los cambios sustanciales que figuraban en los guiones. La primera fue auspiciada en el año 1956 por Forrest J. Ackerman y la segunda llevaba la firma del mismísimo Stanley Kubrick el cual propuso a The Beatles como protagonistas: Paul McCartney en el rol de Frodo, Ringo Starr daría vida a su inseparable amigo Sam, George Harrison como Gandalf el mago y John Lennon sería la criatura Gollum.

A mediados de los 60, la compañía United Artist quiso que John Boorman (‘Excalibur’) rodara una versión con personajes reales pero fue finalmente Ralph Baskhi quien llevó a la gran pantalla la primera entrega de ‘El Señor de los Anillos’ utilizando la técnica de animación denominada rotoscopio, personajes reales que son transformados en dibujos animados.

Finalmente, en el año 95, un visionario neozelandés llamado Peter Jackson logró convencer a los responsables de Miramax para que le dejaran dirigir las tres entregas del original literario de Tolkien. El resultado fue un éxito sin precedentes que, inevitablemente, propició el rodaje ‘El hobbit’. A excepción de las precuelas de ‘La guerra de las galaxias’, nunca antes el cine había vivido con tanta expectación el desarrollo de un proyecto.