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Iruñea

Rivera firma el acuerdo con UPN y se larga sin preguntas

UPN y Ciudadanos han buscado rodear de pompa el acuerdo por el que nace Navarra Suma. Albert Rivera ha limitado su intervención a sacarse la foto firmando dando la mano a Esparza y un discurso tipo de menos de cuatro minutos.

Rivera y Esparza, durante la firma del acuerdo. (Endika PORTILLO/FOKU)
Rivera y Esparza, durante la firma del acuerdo. (Endika PORTILLO/FOKU)

La escenificación ha tenido lugar en el restaurante El Toro a las afueras de Iruñerria. La primera intervención ha correspondido a Rivera, que la ha solventado con un discurso tipo, donde ni siquiera ha mencionado al cabeza de lista de su formación en Nafarroa, Carlos Pérez-Nievas.

Rivera ha justificado el acuerdo en la necesidad de preservar la Constitución y ha dicho que el documento prueba la capacidad de Ciudadanos de firmar acuerdos entre diferentes. Ha dicho que el texto le compromete a respetar el régimen foral navarro tal y como viene en la Constitución. Ha cerrado el acto con un «¡Viva Navarra! ¡Viva España!». Y ya está, ha dado por zanjada su intervención. Además de Rivera ha acudido al acto José Manuel Villegas.

El líder de UPN, Javier Esparza, ha intervenido a continuación. Ha estado mucho más trascendente, apelando a lo que denomina un «acuerdo histórico» y ha hecho referencias al Reino de Navarra y a los derechos históricos.

«En un momento delicado para la historia de Navarra y España, dos partidos distintos, que compartimos el marco constitucional, que tenemos nuestra trayectoria política, hemos decidido darnos la mano por Navarra y por España», ha proclamado Esparza.

Cuatro actos

La ceremonia ha transcurrido en cuatro actos. El primero ha sido verles entrar joviales al gran salón del restaurante. Después, firma solemne del documento en una enorme mesa con mantel blanco, junto con Villegas y la secretaria general de UPN, Yolanda Ibáñez. La tercera escena han sido los discursos de ambos. Y el cuarto acto era la despedida en las escaleras.

Los medios estaban advertidos de que en las escaleras solo hablaba Esparza. Pero el nubarrón de micrófonos ha ido tras el responsable de Ciudadanos, persiguiéndole hasta el coche como a una estrella de la prensa rosa. Cuando Rivera ha terminado de darles esquinazo montándose en un Audi negro con las lunas tintadas, el nubarrón ha tenido que contentarse con el político local.

Los medios han seguido martilleando con lo de si se trata de un acuerdo a dos o a tres, en el que también tiene cabida el PP. Esparza ha insistido en que no. No ha querido confirmar el reparto de puestos, ni si Pérez-Nievas irá como su segundo. Según ha dicho, la discusión sobre los puestos a repartir en las distintas listas comienza justo ahora. Otras informaciones apuntan a que el grueso de estos puestos ya se ha debatido de forma previa a la firma del pacto. Esta segunda opción parece mucho más lógica.