@AritzIntxusta

Pacto UPN-Ciudadanos

El texto que firmaron Albert Rivera y Javier Esparza se ha dado a conocer en su integridad. Consta de doce puntos donde se concreta el reparto de puestos y del dinero, el programa electoral se deja para luego. Pero aun así, tiene cosas muy interesantes.

Esparza y Rivera firman su acuerdo. (Endika PORTILLO/FOKU)
Esparza y Rivera firman su acuerdo. (Endika PORTILLO/FOKU)

El Primer Punto describe que el objetivo de la plataforma de «Unión del Pueblo Navarro en coalición con Ciudadanos» es «ganar las próximas citas electorales». La forma de nombrar al pacto siempre es la misma, con UPN como protagonista y Ciudadanos como segundón. Es lógico que el primer punto prometa victorias, así para levantar los ánimos. Pero el pacto también baja al plano pragmático. El apartado segundo del Punto Decimoprimero ya deja claro que «En caso de que Navarra Suma estuviera en la oposición, se coordinará la actividad de los Partidos que la forman para que su labor sea lo más eficaz y visible posible».

Siguiendo con la épica, el Segundo Punto se ha bautizado como «Naturaleza y horizonte de la coalición». Muy bonito. En realidad, es el de más fuste político porque dice en el apartado cuarto que «se establece por parte de los partidos coaligados el compromiso de respetar el régimen foral, tal y como viene recogido en la Constitución». UPN vende esto como su gran exitazo, el gran blindaje. Con la tinta del acuerdo todavía fresco, Luis Garicano (gurú económico de Ciudadanos) ya ha dejado claro cómo interpreta su partido este punto. Solo respetarán el Convenio si está en la Constitución, pero si la Constitiución se cambia, impulsarán que el Convenio desaparezca. Cisco monumental. Las declaraciones de Garicano echan por tierra el apartado siguiente, el quinto, que es el que habla de calzarse la Transitoria Cuarta. Si se abre el melón constitucional, la Transitoria Cuarta desaparece y el Convenio también. De traca.

El Tercer Punto habla del programa electoral. Y... está vacío. Bueno no, dice que una Comisión Redactora lo redactará y que será «una síntesis» de lo que piensa un partido y el otro. Mejor pasar ya al punto siguiente. 

El Cuarto Punto ya tiene más enjundia y trata de las campañas electorales. Solo en acordar cómo se reparten los ingresos y gastos ya dedica como unas seis veces más espacio que a describir el programa electoral. En líneas generales, han acordado repartir los gastos a escote.

El reparto de asientos empieza en el Quinto Punto que está centrado en las generales. Para el Congreso, UPN deja a Ciudadanos el cuarto de la lista. Lo máximo que pueden sacar es tres. Así que Ciudadanos se queda fuera. En el Senado, donde las listas son abiertas, Ciudadanos podrá incluir un único nombre. En el Congreso se irán al Grupo Mixto. Hay cláusulas para el caso de que salga uno de Ciudadanos, pero no muchas. No entran.

Continuamos con las sillas en el Sexto Punto. Ciudadanos pilla el tercero de la lista y solo otro más en puestos de salir (entre el 10 y el 15). Con suerte podría entrar un tercero, que va en puesto 19. Esparza reveló a su Consejo Político que las encuestas le daban 20 a Suma Navarra. Y hay que recordar que tenía que vender la moto.

En el Séptimo Punto se dice que Suma Navarra se presentará a los ayuntamientos de Iruñea, Tutera, Barañain, Eguesibar, Aranguren, Burlata, Zizur Nagusia, Zizur Zendea, Noain, Berriobeiti, Antsoain y Erriberri. Aquí Ciudadanos se reserva en todos los pueblos un nombre en puestos de salida. Si parecía un poco escandaloso que todo esto arrancara con un programa vacío, en los ayuntamientos ya es el acabose. 

El Octavo Punto va de arbitraje. Si se enfadan entre ellos, lo discutirán en una comisión en la que cada partido envía a dos representantes. Si no hay vencedor en el duelo al amanecer, mandan los presidentes Rivera y Esparza (o el sustituto de Esparza, si hay trompazo).

El Noveno Punto está más vacío que el programa. Es sobre la campaña, dice que las decisiones las tomará una comisión creada al efecto.

En el Décimo Punto hay letra pequeña. Afecta a la organización dentro del Parlamento navarro. Ciudadanos se reserva la posibilidad de largarse del grupo de Navarra Suma para tener mayor visualización como agrupación o nuevo grupo. Esto, por las normas antitránsfugas, no se puede hacer. Se irían directos a los no adscritos, donde la financiación es mucho menor y la posibilidad de intervención también. El grupo de Podemos ya ha explorado toda la casuística a lo largo de esta legislatura. De hecho, el acuerdo ya contempla la eliminación de las leyes antitránsfugas prometiendo una revisión del Reglamento de la Cámara. Con todo el morro. En resumidas cuentas, este Décimo Punto supone otro gol por toda la escuadra de UPN a Ciudadanos, ya que supone un obstáculo importante para que miembros de Ciudadanos entren en la Mesa, porque si el grupo se rompe, perderían el puesto. Esto se ha visto muy claro en el culebrón de Orain Bai y la presidenta Ainhoa Aznárez.

Como ya se ha explicado al analizar el Primer Punto, el punto Décimoprimero es el del jarro de agua fría. Si pierden, se coordinarán para que cada partido tenga visibilidad. Parece el prolegómeno de un «si perdemos, partimos peras y esto no se repite».

El acuerdo termina en el Punto Duodécimo que dice que en el Congreso los diputados se van al Mixto o al lugar que mejor le convenga a UPN. Como ya se adelantaba en el resumen del Quinto: Ciudadanos no pilla cacho en Congreso... y todo apunta a que tampoco en el Senado.