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Manifestación contra el racismo en Ámsterdam

Alrededor de 10.000 personas, según los convocantes, se han manifestado de Ámsterdam contra el racismo, dos días después de que la ultraderecha lograra hacerse con la mayoría en el Senado

Imagen de la manifestación contra el racismo de Ámsterdam (Niels WENSTEDT|AFP)
Imagen de la manifestación contra el racismo de Ámsterdam (Niels WENSTEDT|AFP)

Más de 10.000 personas, según los organizadores, se han manifestado hoy en Ámsterdam contra el racismo, dos días después de que el ultraderechista Foro para la Democracia (FvD) consiguiera la mayoría en el Senado.

La movilización fue convocada por el “Comité 21 de marzo”, llamado así por el día en el que se conoció la victoria de la extrema derecha que coincidía, además, con el Día Internacional contra la Discriminación Racial. El Comité está impulsado por diversas entidades y ONG, aunque en la manifestación también han participado representantes del partido socialdemócrata (PvdA), la izquierda verde (Groenlinks) y los socialistas.

Además de contra el racismo, los manifestantes portaban carteles contra el líder del FvD Thierry Baudet, y el Partido de la Libertad (PVV), Geert Wilders. Uno de los convocantes ha afirmado que el objetivo de la protesta era exigir «medidas» y «concienciar» a la sociedad contra el surgimiento de partidos populista de derecha. Asimismo, ha abogado por que se haga visible en las calles que hay una «alternativa».

Durante la manifestación no han faltado referencias al tiroteo de Christchurch en Nueva Zelanda, ejemplo de las consecuencias que tendría en Europa el auge del discurso supremacista. Los manifestantes han pedido a los líderes de la ultraderecha Baudet y Wilders que «detengan el racismo y el terror».

También se ha coreado consignas contra la industria armamentística, las políticas de guerra, el cambio climático y en favor de una economía social justa.

Complejo escenario político

La pérdida de la mayoría en el Senado deja en una posición de debilidad al actual Ejecutivo que además está formado por una coalición de cuatro partidos –los liberales de VVD, Llamada Democristiana CDA, Demoócratas 66 y Unión Cristiana–. El jefe del Gobierno, Mark Rutte, ha descartado la idea de una nueva coalición y apuesta por buscar «mayorías sensatas».

Mientras tanto, la ultraderecha presiona y exige que el gobierno sea menos europeista, de hecho ha empezado a utilizar el término «nexit» y ha promover un referéndum sobre la permanencia en la UE porque Bruselas se ha «apoderado» de la soberanía nacional. Demanda asimismo que se prohíba el acceso a los inmigrantes y que cierre las mezquitas.

La cuestión ahora es si el líder de la ultraderecha, Baudet, tomará en consideración el desgaste que le supuso a su predecesor, Wilders, el rechazo a cualquier participación en las negociaciones para formar gobierno.