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GETXO

Reivindican en Getxo que el dinero para armamento se destine a gasto social

Getxo ha sido escenario esta mañana de una concentración ante el muelle de cruceros, donde se encuentra atracado el portaaviones Juan Carlos I, en contra del elevado gasto militar y del negocio de la guerra mientras se recortan servicios sociales.

Protesta contra el gasto militar ante el portaaviones atracado en Getxo. (Luis JAUREGIALTZO / FOKU)
Protesta contra el gasto militar ante el portaaviones atracado en Getxo. (Luis JAUREGIALTZO / FOKU)

Mientras centenares de personas hacían cola para acceder al interior del buque de la Armada española, en el marco de la primera de las dos jornadas de puertas abiertas previstas, fuera del recinto portuario ha tenido lugar una protesta convocada por la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak y otras colectivos antimilitaristas, en la que, entre otras, se ha mostrado una pancarta con el lema ‘Gerra hemen hasten da. La guerra empieza aquí’.

Entre consignas de «gerrarik ez» y con varias personas en el suelo cubiertas de pintura roja simulando sangre, se ha llevado a cabo una parodia en la que supuestos responsables de la Diputación de Bizkaia entregaban un cheque de millones de euros a «fines injustos» a un activista vestido de militar que lo agradecía, al tiempo que otras dos personas mostraban carteles con los lemas «los servicios sociales no son vitales» y «con vuestros impuestos hacemos la guerra».

Como ejemplo del despilfarro en gasto militar, la construcción del buque que ha arribado a tierra vasca ha costado el equivalente a siete hospitales como el de Urduliz y su mantenimiento anual tiene un coste igual a la construcción de seis escuelas.

Los concentrados han defendido que «no hay misión de paz en un buque guerra» ya que «si no estarían salvando vidas en el Mediterráneo en lugar de despilfarrar dinero jugando a la guerra» en maniobras y ejercicios como en los que ha participado el portaaviones que ha hecho escala en Arriluze.

Han añadido que, en 2019, el Estado español gastará más de 31.800 millones de euros en diferentes partidas destinadas al militarismo, lo que suponen más de 700 euros por persona. Por todo ello, han reivindicado la objeción fiscal al gasto militar.

Objeción fiscal

«Esta enorme cantidad de dinero proviene de nuestros impuestos», ha declarado una activista, «por eso, este año volvemos a abrir oficinas de objeción fiscal en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde ayudamos sin coste alguno a la gente a desobedecer a esta injusticia y a que puedan desviar una parte de sus impuestos a otras iniciativas sociales que trabajen en la construcción de alternativas de carácter transformador y solidario».

Según las organizaciones promotoras, los ejércitos y las guerras provocan muerte y destrucción, suponen la violación de los derechos humanos y son la mayor causa de desplazamientos de personas, por eso han defendido «la objeción fiscal como una herramienta que nos empodera personal y colectivamente y nos permite ser protagonistas en la construcción de una sociedad más justa».

La acción ha tenido lugar a escasa distancia del puerto de Santurtzi, donde la naviera Bahri cargaba armas para la guerra de Yemen, hasta que diferentes acciones como esta, que expresaban el rechazo de la sociedad bizkaina al negocio de la guerra, consiguieron que esta naviera traficante de armas no volviera a cargar más armas en este puerto.