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Altsasu despierta para la gran movilización por los ocho jóvenes

Altsasu ha amanecido rodeado por caravanas. En la sociedad Kukuerreka se preparan desayunos para todos los que han pasado la noche. Mientras, los vecinos se sumergen en un titánico auzolan. Los primeros guiños sobre cómo será la manifestación se dejan notar. Hay carteles marcando los puntos donde fueron detenidos los ocho jóvenes.

Amanece entre las caravanas que rodean Altsasu. (@aritzintxusta)
Amanece entre las caravanas que rodean Altsasu. (@aritzintxusta)

En todos los bares suenan los silbidos de las cafetera. Era difícil encontrar mesa a primera hora. Había que conformarse con la barra. Los solidarios bajan de las casas que les han acogido y se desperezan con un café antes de comenzar a pasear. Los vecinos toman fuerzas y se despiertan para acometer cada uno su tarea específica.

Las primeras pruebas de sonido van despertando al pueblo. Se escucha la canción “Aurrera Altsasu”, cuyo estribillo dice “Txarrenari onena atera diozu”, que viene a significar que “a lo peor le has sacado lo mejor”.

En la sociedad Kukuerreka han dado de desayunar a los recién llegados como muestra de agradecimiento. La mayoría son catalanes que bajan con sus distintivos amarillos. Mientras los socios de Kukuerreka sirven café, bollos y pan con aceite, uno de los camareros reclama atención. «Os agradecemos mucho que hayáis venido. Que sepáis que los nuestros son dos pueblos en lucha y que aquí encontraréis los brazos abiertos no solo hoy, sino todos los días».

 

Finalmente han sido muy pocos los que han pasado la noche en el frontón, que eran los destintarios principales de ese desayuno. Poco más de una veintena ha dormido en la cancha. Y algunos de ellos apenas han tocado el saco de dormir. Anoche había ambiente. Los bares estaban llenos y hubo conciertos en el gaztetxe.

Pese a la calefacción, en el frontón Burunda se ha pasado frío, comenta una mujer que llegó ayer desde la Comarca del Ripollès. Además del café, le han ofrecido caldo para que se entonara. Varios han aceptado ese tazón caliente. Una socia, mientras, intentaba poner orden. Había que sentarse llenando mesas, para que, en cuanto terminara todo el mundo, se pudiera limpiar y prepararla para los siguientes. Para las nueve y media las mesas estaban abarrotadas.

 

Quizá lo más impresionante sean las caravanas que han tomado los alrededores del pueblo. «Hay bastantes más que en el Nafarroa Oinez», es el comentario que está en boca de todos.

El tráfico era la gran preocupación de los organizadores. Está previsto que, a partir de las 10.30, no entren más coches al pueblo y se les desvíe hacia los polígonos industriales. La Policía Foral se colocará en las entradas de la autovía, para que no colapse la vía rápida, que sería lo más peligroso. Las indicaciones para aparcar quedan en manos de 40 voluntarios que se han colocado por las distintas rotondas.

Desde la organización han querido que el montaje de esta manifestación sea espectacular. Son celosos, sin embargo, a dar los detalles. Quieren que los primeros en darse cuenta sean los propios manifestantes. Aun así, algunos de los preparativos son evidentes. En la plaza donde tendrá lugar el acto final ha aparecido un cartel indicando el punto donde la Guardia Civil detuvo a Jokin Unamuno. Hay carteles similares para cada uno de los encarcelados. «Queremos que la gente sepa dónde se entregó un inocente, queremos que la gente entienda por qué estamos haciendo todo esto. Ya que ha venido hasta aquí, hasta nuestro pueblo, que lo sienta», comenta Aritz Leoz, de la plataforma Altsasukoak Aske.