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El balance de la legislatura en Nafarroa oscila entre la labor del cambio y el «solo nacionalismo»

Con la legislatura apurando sus últimas jornadas, los grupos del Parlamento de Nafarroa han realizado un balance de la misma que ha oscilado entre la defensa de la labor del cambio, con la voz crítica de Orain Bai, y el «solo nacionalismo» en el que sigue insistiendo la oposición.

El balance de la legislatura en Nafarroa oscila entre la labor del cambio y el «solo nacionalismo». (PARLAMENTO DE NAFARROA)
El balance de la legislatura en Nafarroa oscila entre la labor del cambio y el «solo nacionalismo». (PARLAMENTO DE NAFARROA)

Al término de la Mesa y Junta de Portavoces, celebrada en Castejón, Javier Esparza, UPN, ha afirmado en conferencia de prensa que ésta ha sido «una legislatura contra el futuro de Navarra, con más Euskadi y más impuestos. Afortunadamente ya concluye y miles y miles de navarros van a sumar para un gobierno que gobierne para el conjunto y permita que pueda haber convivencia y libertad».

Tras criticar la postura del cuatripartito en asuntos con el TAV, el Canal o el inglés, Esparza ha afirmado que en esta legislatura «no han ganado Navarra ni los ciudadanos, ha ganado el nacionalismo vasco excluyente, no lo social ni la izquierda».

«Este ha sido el gobierno de la imposición y la prepotencia, que no ha escuchado a nadie, cree que todo lo ha hecho bien, incapaz de reconocer un solo error. El gobierno de la manipulación y de la mentira», ha añadido, y asegurado que se «se formó contra UPN , lo único que les une» y, con EH Bildu como socio, ha querido hacer un relato de ETA «faltando al respeto de las víctimas».

«El primer riesgo para Navarra es el nacionalismo, ser una provincia más es menos autogobierno y que otros decidan por nosotros», ha señalado, y criticado también que el Parlamento se haya puesto al servicio de determinado partidos.

Para Koldo Martínez, portavoz de Geroa Bai, el Gobierno de Uxue Barkos es «integración, cohesión y desarrollo», y ha subrayado que Nafarroa «progresa como otros quisieron, mejorando todos los niveles más que el estado, tanto en cuestiones económicas como sociales».

Por eso «llama la atención»,ha dicho, que Orain Bai habla de «inacción» cuando ellos han provocado que «durante horas y horas todo el Parlamento nos tuviéramos que ocupar de sus problemas internos».

Para Adolfo Araiz, de EH Bildu, «el balance más importante es constatar que la ilusión y la necesidad del cambio siguen tan vigentes como hace cuatro años frente a la apocalipsis y el caos de los que otros hablan».

Un cambio que «vamos a ser capaces de consolidar», ha asegurado, y comentado que «ha sido como el txirimiri que ha ido calando en la sociedad y va germinar en una nueva mayoría el próximo 26 de mayo».

Para Laura Pérez, de Podemos-Orain Bai, la sensación al termino de la legislatura es «agridulce» porque un «sector importante de Podemos ha sido excluido» y por eso se necesita «volver a ilusionar a la gente trascendiendo las siglas con objetivos concretos y fiscalizables».

«El cambio tranquilo en temas claves ha sido demasiado tranquilo y se ha perdido una oportunidad al anteponer intereses económicos», ha denunciado, y apelado frente al «cambiazo» y al "recambio" a la unidad de las izquierdas contando con movimientos sociales y sindicales.

María Chivite, PSN, ha recordado que la legislatura «comenzó con la ilusión del cambio pero se ha frustrado por la falta de diálogo político y por la imposición de una escuálida mayoría incluso en temas importantes» y un «lío interno» en Podemos que «ha impedido asumir importantes retos de futuro para la comunidad».

A ello ha sumado un gobierno «alejado, con mucha soberbia y poco eficaz para el interés general, y practicando el rodillo».

Javier García, PP, ha comentado que este ha sido el Ejecutivo «más sectario e identitario que ha habido en Navarra, que prometió fijar sus políticas en las personas y las ha dirigido a sus personas» y así hoy «tenemos menos Navarra y más nacionalismo después de cuatro años perdidos» en materia educativa, sanitaria o fiscal, y con «un balance pésimo también en atracción de empresas y creación de empleo».

Por el contrario para Marisa de Simón, portavoz de I-E, la valoración de la legislatura es «muy positiva» porque «el cambio político y social ha sido de un calado inmenso» y se ha demostrado que «es posible atender a las necesidades, ganar en bienestar y crear empleo y al mismo tiempo sanear la economía».

Igual que se ha demostrado, ha concluido, que «es posible una Navarra sin exclusiones», por lo que ha negado que el acuerdo programático estuviera vinculado a la construcción nacional.