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La violencia en el deporte se trata de un «problema de hombres»

La violencia en el deporte, desde la base hasta el profesionalismo, es un problema fundamentalmente de hombres, ya que lo son el 97% de los sancionados todos los años, según se desprende de un estudio elaborado por los profesores universitarios Marian Ispizua y Juan Aldaz.

Bingen Zupiria ha sido el responsable de presentar el informe. (Juanan RUIZ/FOKU)
Bingen Zupiria ha sido el responsable de presentar el informe. (Juanan RUIZ/FOKU)

El informe se ha hecho público hoy por el consejero de Cultura del Gobierno de Lakua, Bigen Zupiria, quien ha comparecido en comisión parlamentaria para explicar las medidas que tiene previsto adoptar el Ejecutivo para afrontar este problema.

Además de reconocer que se trata de «un problema de hombres», ya que lo son el 97% de los sancionados todos los años, ha añadido que «más que de violencia en el deporte» se debería hablar de «agresiones físicas y verbales en el fútbol», tanto en el profesional como en el de base y el aficionado. Además, ha advertido de que hay una «cifra negra» de expresiones violentas que no llegan a conocerse».

En el deporte base los problemas pasan porque no se llega a identificar la violencia «de baja intensidad» y porque las familias, los educadores y los espectadores llegan a «normalizar» situaciones de violencia. También perciben que se da demasiada importancia a la competitividad, y que se pierde la perspectiva de la función formativa del deporte.

En cuanto al deporte profesional los problemas tienen que ver con su relación con la política, con la intolerancia, la simbología, la «tibieza» de los clubes al tomar decisiones y su falta de implicación, y con la ingesta de alcohol.

En 2018 el departamento de Seguridad tramitó 101 expedientes sancionadores, un 14% menos que en 2017 y todos menos uno relacionados con el fútbol. La mayoría fueron agresiones, seguidas de peleas y desórdenes públicos, gritos «intolerantes», insultos y amenazas.

En este sentido, Lakua ha anunciado que va a «liderar políticas de erradicación de la violencia en el deporte» y cita el fomento de que las peñas de animación no sean violentas y la «vigilancia de las expresiones de violencia».

En el caso del fútbol base, «en colaboración con la Federación Vasca», van a «recoger datos de las expresiones de violencia a través de las actas arbitrales y crear una nueva aplicación informática, de cara a cotejar los datos anualmente para evaluarlos».