El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha celebrado hoy en el estado de Veracruz la reunión diaria con su equipo de seguridad. Ha prometido que su estrategia de seguridad comenzará a dar resultados en seis meses y ha tildado de «hecho lamentable» la masacre del pasado viernes en Minatitlán, municipio de Veracruz que visitará el próximo viernes.
Trece personas –cinco mujeres, un niño y siete hombres- murieron después de que un grupo armado irrumpiera en una fiesta privada. Los autores del ataque buscaban llevarse a una persona, pero los asistentes de la fiesta intentaron impedirlo, por lo que fueron atacados a tiros.
«Vamos a garantizar la paz en Veracruz porque ya no hay contubernio y ya no se tolera la impunidad ni en la Presidencia ni en el Gobierno del Estado», ha afirmado desde la ciudad de Veracruz.
Ha arremetido contra los gobiernos federales de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-20012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) que, según ha destacado, dispararon los índices de corrupción y de violencia.
«Dejaron el estado del país en una situación lamentable de crisis, corrupción y contubernio entre delincuencia y autoridades. Esta es la herencia que se recibió en el país y, de manera particular, en Veracruz», ha denunciado en rueda de prensa.
Ha reprochado a la «prensa fifí» por haberlo acusado de mantenerse en silencio tras la matanza en Minatitlán y defendió que «estaba atendiendo el problema desde el primer minuto». «Nuestros adversarios, que callaban como momias cuando se estaba saqueando el país y se convirtió a nuestro país en un cementerio, ahora gritan como momias», ha remarcado.