NAIZ
Donostia

Una estafa con el cambio de bombillas afecta a decenas de personas en Nafarroa

La Asociación de Consumidores de Nafarroa Irache ha recibido en las últimas semanas decenas de quejas de personas que han tenido que pagar miles de euros porque les han cambiado las bombillas y lámparas de su vivienda sin que lo hubiesen pedido.

Los operarios, tras decir que son de compañías eléctricas o algún organismo público y que el cambio de luces es obligatorio o está subvencionado, señalan que desde estas instancias están impulsando el cambio de bombillas ordinarias a bombillas LED para una mayor eficiencia energética, o incluso que hay una normativa que obliga a hacerlo.

Otras veces, explica Irache en una nota, aseguran que existe o se va a aprobar de forma inminente una subvención para realizar este cambio de iluminación o que, incluso, de no cambiar, se pueden quedar sin luz en casa.

«Todos estos argumentos son, obviamente, tretas para que el afectado deje entrar a los técnicos en su casa», advierte Irache, que constata que con esta excusa se han cambiado las bombillas y lámparas de sus domicilios y posteriormente les han cobrado el trabajo, con facturas que van desde los mil a más de cuatro mil euros, en algún caso.

Con todo ello, Irache advierte que actualmente no existe ninguna obligación legal de cambiar las bombillas de casa por otras más eficientes.

Además, si no han pasado catorce días desde que le hicieron el trabajo, el consumidor tiene derecho a echar atrás el contrato, sin tener que dar ninguna explicación. Para ello, debe comunicarlo  a la empresa, dentro de los catorce días comentados, por lo que es «muy importante conservar un justificante que demuestre que se ha ejercido el derecho de desistimiento dentro del plazo legal».

En principio, la empresa debería entregar con el contrato un documento de desistimiento, ya que la contratación se produce fuera del establecimiento mercantil. Si no, siempre se pueden pedir formularios en organismos de consumo o incluso comunicar el desistimiento facilitando los datos del consumidor y del contrato firmado.

Lamentablemente, en varios casos no se han cumplido con las obligaciones de documentación. Varios consumidores no cuentan con el formulario de desistimiento y algunos ni tan siquiera con el contrato del servicio efectuado.

Si ya han pasado los catorce días, conviene asesorarse legalmente, aunque las posibilidades de recuperar el dinero son más limitadas.