Esteban Burgos y Roberto Correa ya ejercen de azulgranas. En realidad lo hacen desde ayer, cuando realizaron su primer entrenamiento a las órdenes de José Luis Mendilibar. Les faltaba aún el trámite de la presentación oficial, que se ha realizado este mediodía en Ipurua.

Son dos de las cuatro incorporaciones que ha realizado el Eibar, de momento, este verano. Esteban Burgos, central argentino de 27 años, ha militado las dos últimas temporadas en el Alcorcón, donde lo ha jugado prácticamente todo. Roberto Correa, que cumplirá 27 en septiembre, es un lateral derecho natural de Badajoz, procedente del Cádiz, donde también ha completado las dos últimas campañas. Ambos llegan libres y firman por tres temporadas. Para Burgos supondrá el debut en Primera, mientras Correa ya jugó unos pocos partidos con la camiseta del Espanyol.

Pese a su inexperiencia en la categoría, Fran Garagarza asegura que se trata de dos fichajes «de garantía». El Director deportivo ha explicado que «llegan con una gran valoración, después de haberles visto muchos partidos. A Esteban le hemos visto 34 partidos en directo, que es demasiado hasta para saber que es un jugador fiable. A Roberto también le hemos visto 24 partidos en directo. Llevábamos mucho tiempo trabajando, a Roberto ya le conocíamos también de su etapa en el Espanyol. Es una gran opción, los dos vienen libres, aunque no lo es porque vengan libres sino porque los dos tienen el nivel que creemos necesario para estar con nosotros», subrayó Garagarza, que ha explicado que el club trabaja en intentar conseguir el pasaporte comunitario de Burgos.

El hecho de encontrarse libres ambos ha posibilitado que recibieran más ofertas. A la hora de explicar por qué se ha decantado por la azulgrana, el central ha señalado que «me llamó la atención el tiempo que llevaba aquí el técnico y cómo renovaban los jugadores. Eso habla muy bien del proyecto, del club…, que van pasando los años y se ve cada vez más seguro. Cuando me dijeron que es como una familia, como lo que he vivido también en el Alcorcón, no lo dudé».

Ese entorno familiar también ha sido uno de los factores que han empujado a firmar con el Eibar a Correa, que conocía a futbolistas azulgranas como Arbilla, Diop o el ya «ex» Jordán de su etapa en el Espanyol. Además, el futbolista sabe que «es un equipo en el que los futbolistas crecen y eso también me ha convencido».

Al que tendrán que convencer ahora para tener minutos es a José Luis Mendilibar, un técnico que acaba encandilando a la mayoría de sus futbolistas pero al que hay que adaptarse, algo que en ocasiones lleva su tiempo. «Cada entrenador tiene su acomodo. Además está el cambio de venir a Primera, de enfrentarnos a los mejores jugadores. Trabajaremos para adaptarnos a cada circunstancia según se vaya dando», ha respondido Burgos.

«Sabemos que le gustar ir hacia adelante y que pide intensidad. En el Cádiz defendíamos al revés así que tengo que adaptarme», ha reconocido Correa, que ya se llevó algún grito del técnico en su primer entrenamiento. «Es bueno que te ponga las pilas, siempre estás más atento», ha sonreído.