NAIZ
Gasteiz
Interview
Alberto Ibarrondo
Director del Festival de Jazz de Gasteiz

«La gente tiene que tener un escenario para ese primer contacto con la música de jazz»

El director del Festival de Jazz de Gasteiz, Alberto Ibarrondo, considera que la programación de este año es «muy homogénea» y que «mejorará los registros de público». Destaca las actuaciones de Kamasi Washington y Gregory Porter, entre otros.

Alberto Ibarrondo (centro) presentó la nueva edición del festival junto a su equipo. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Alberto Ibarrondo (centro) presentó la nueva edición del festival junto a su equipo. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

Ibarrondo, en una entrevista concedida a Efe, ha desvelado los pormenores de esta edición, en la que se mantiene la apuesta por el jazz más puro, aunque eso no quiere decir que no puedan abrirlo a músicas fronterizas, como ya hicieron en el pasado con Paco de Lucía, Rubén Blades y Jamie Cullum.

En ese mestizaje se inscribe el intento por contar con Rosalía, «una gran conocedora de la música», ganadora de dos premios Grammy latinos, y que a juicio de Ibarrondo «podría adaptarse al Festival de Jazz» de de Gasteiz. Pero al contactar con sus agentes se dieron cuenta de que está en un momento muy alto, con un caché que según les dijeron se sitúa por encima de los 100.000 euros, y no pudieron llegar a sus pretensiones económicas.

Sobre la programación de este año, considera que es «muy homogénea», que «la calidad está por encima de todo» y cree que «mejorará los registros de público» de la pasada edición gracias a propuestas como la del conjunto del saxofinista Kamasi Washington, «por el bagaje, la calidad y las ideas que tiene en la cabeza».

«Llevamos muchos años detrás de él y en el futuro va a ser uno de los referentes», vaticina. Para Ibarrondo, Kamasi Washington y el batería Makaya McCraven forman parte de «una nueva generación que está irrumpiendo en el mundo del jazz con mucha fuerza y que han bebido de la música dominante del momento, el hip-hop, sin perder las raíces del jazz».

Asimismo ha puesto en valor a Gregory Porter, a quien define como «la voz mas importante del jazz» en este momento. Además, en el polideportivo de Mendizorroza también estará «el mejor quinteto que está girando este verano» formado por Danilo Pérez, Avishai Cohen, Larry Grenadier, Chris Potter y Johnathan Blakenilo.

Tampoco se olvida de la oportunidad que tendrá el público para despedirse de la cubana Omara Portuondo y de verla en directo cantar con el oscarizado Jorge Drexler en un encuentro que «pasará a los anales del festival».

En esta primera edición sin Iñaki Añúa al frente del certamen, el responsable de la programación ha querido agradecerle los 40 años que ha dedicado a esta cita musical, que han servido para ubicarlo «en una posición incomparable, como uno de los mejores festivales de jazz de Europa».

Tras diez años en la junta directiva, ahora Alberto Ibarrondo trabaja codo con codo con el nuevo presidente, Iñigo Zárate, con quien no comparte los mismos gustos, algo positivo a su juicio porque «a la hora de programar no está mal que haya distintos puntos de vista».

Uno de los cambios que quiere propiciar la nueva dirección es que «el jazz vuelva a la calle porque la gente tiene que tener un escenario para ese primer contacto con la música de jazz» y el jardín de Falerina acogerá conciertos gratuitos este año, algo que en las últimas ediciones solo ocurría en bares o recintos privados.

Incluso el director del festival no descarta sustituir en un futuro el emplazamiento principal del certamen, el polideportivo de Mendizorroza, por otro espacio en la ciudad, aunque reconoce que el escenario actual «tiene algo que ahora mismo no tiene ningún recinto en Vitoria: una capacidad aproximada de 3.700 personas y una acústica maravillosa».

Las alternativas serían el Iradier Arena, recinto multiusos y plaza de toros que «tiene la capacidad pero su acústica está muy lejos de la deseable»; el estadio del Baskonia Buesa Arena, que también cuenta con un aforo suficiente pero con «unos costes de producción para el montaje del escenario muy altos», y el proyecto de Auditorio, que se quedaría pequeño.