NAIZ
LEPE

La situación de las mujeres temporeras marca la última etapa de la Caravana Abriendo Fronteras

La Caravana Abriendo Fronteras ha concluido su camino en Lepe, Huelva, donde se ha hablado de la explotación que padecen las mujeres migrantes que trabajan como jornaleras y se ha expuesto también el caso de Huertas de Peralta.

Debate organizado en la última etapa de la caravana. (CARAVANA ABRIENDO FRONTERAS)
Debate organizado en la última etapa de la caravana. (CARAVANA ABRIENDO FRONTERAS)

La Caravana Abriendo Fronteras ha finalizado su singladura en Lepe, analizando la situación de explotación laboral que padecen las jornaleras marroquíes que trabajan en los campos de fresa.

En la mesa internacional de sindicatos participaron Mohamed Hakech, ex secretario general y actual responsable de relaciones de la Federación Agrícola de la Unión Marroquí de Trabajadores (FSNA-UMT); Badia Aarab, responsable del Área de Trabajo y Mujeres del FSNA-UMT; y, Jadiya Aniani de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, AMDHA, y responsable del Área de Migraciones en Marruecos.

Se puso de manifiesto que son varias las circunstancias que impulsan al empresariado español del campo a elegir Marruecos para contratar jornaleras, entre las que destacan los acuerdos sobre el control de los ciclos migratorios y «la situación de precariedad y degradación de Marruecos, acentuada tras la primavera árabe de 2011, ya que se produce una regresión en los derechos humanos y una represión de los movimiento sociales, sindicales…».

«En este contexto las mujeres son quienes acusan más esa situación», explicaron los responsables de la caravana, que advirtieron de que «el 90% de las temporeras contratadas en los campos de Huelva son mujeres».

«Se contratan en origen, en régimen de lo que se ha denominado Contratación en Origen por Contingente. El empresariado español, con la intermediación del propio gobierno marroquí, tiene la posibilidad de elegir y seleccionar a las trabajadoras: no demasiado mayores para que puedan aguantar las condiciones de trabajo; con manos delicadas para que no dañen las fresas; con obligaciones familiares, para asegurarse que regresarán; delgadas, para que se puedan agachar sin problemas en los invernaderos… Una vez en los campos, se les retiene el pasaporte y cuando llegan, ya en destino, se dan cuenta de que las condiciones reales no se corresponden con las que les prometieron en origen», explicaron.

Y remarcaron que este problema no afecta solo al campo andaluz, también se da en otros lugares de Europa, tal como explicó Chara Cestari, de Carovane Migranti, que acompaña a la Caravana Abriendo Fronteras. Ella explicó la situación de explotación de las mujeres jornaleras en Italia, más acusada en el sur, pero existente también en las regiones del norte; sobre todo en el cultivo del tomate y la vid. Antes estas trabajadoras procedían principalmente del Este de Europa, Macedonia y Rumania, pero actualmente vienen de África.

Testimonio de las mujeres explotadas

Al finalizar la mesa sindical, los presentes tuvieron la oportunidad de escuchar los testimonios de trabajadoras y trabajadoras migrantes en primera persona. Algunas ocultaron su identidad ante las cámaras, «para que no se les identifique y puedan ser represaliadas o para que su familia no conozca su situación».

«Todas estas personas, procedentes de Marruecos y Senegal, tienen una historia común: vinieron en busca de una vida mejor, con idea de trabajar. Todas han sido víctimas de un empresariado buitre que no paga lo que promete, les despide cuando ya no les necesita; pero también han encontrado la solidaridad en su entorno y devuelven lo recibido con creces, trabajando -incluso de manera voluntaria- con diversas organizaciones, tejiendo redes», apuntaron desde la Caravana Abriendo Fronteras.

El ejemplo de Huertas de Peralta

Asimismo, se dieron a conocer situaciones de «resistencia y denuncia» ante la explotación. Se habló del caso de unas trabajadoras de Huelva que en 2018 denunciaron haber sufrido abusos por parte de sus empleadores y se puso en valor la victoria sindical de Huertas de Peralta, «que además creó una riada de solidaridad y apoyo en toda Euskal Herria, solidaridad que se ha extendido al compañero Abdenabi, imputado por esta lucha sindical y a quien miembros de la caravana han mostrado su apoyo».

Después de una velada de despedida, las y los participantes en la Caravana Abriendo Fronteras han partido hoy hacia sus lugares de origen «con el compromiso de seguir fortaleciendo redes durante el año y trabajando por los derechos de las personas migrantes frente al avance de los espacios xenófobos y neofascistas».