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Las protestas bloquean por segundo día el neurálgico aeropuerto de Hong Kong

La autoridad aeroportuaria de Hong Kong ha anunciado por segundo día consecutivo la suspensión de todos los vuelos previstos para este martes después de que cientos de manifestantes hayan ocupado la zona de facturación de la terminal, y apenas unas horas después de reanudar la actividad tras el bloqueo del lunes.

La sentada opositora ha bloqueado el área de salidas del aeropuerto. ( PHILIP FONG / AFP)
La sentada opositora ha bloqueado el área de salidas del aeropuerto. ( PHILIP FONG / AFP)

Octavo aeropuerto internacional más frecuentado del mundo con 74 millones de viajeros en 2018, el aeródromo ha tomado estas últimas 48 horas una decisión sin precedentes y, desde hace ya cinco días se ha convertido en el epicentro de una protestas que comenzaron a principios de junio para reclamar la paralización de una ley que autorizaba la extradición de sospechosos a la China continental. La rebelión, sin precedentes en décadas, se ha endurecido con críticas al Gobierno de Carrie Lam, a la que han reclamado reformas más amplias.

Los manifestantes, que dan prueba desde hace semanas de inventiva en sus variadas formas de protesta, comenzaron el viernes una acampada en el hall de llegadas del aeropuerto con el objetivo de sensibilizar a los viajeros a favor de su causa.

Esta acción no tuvo impacto alguno hasta ayer, cuando los acampados se dirigieron a la zona de salidas a bloquear los embarques, operación que han repetido desde primera hora de la mañana. «Estamos intentando detener los vuelos y, como ayer, bloqueamos toda la zona de salida para que quien quiera irse de Hong Kong no pueda hacerlo», ha explicado uno de los manifestantes, Joshua Wong, en declaraciones a la agencia alemana.

«Camino sin retorno»
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha advertido de que las protestas han llevado a la ciudad a un «camino sin retorno» que podría «hundir a la sociedad».

Lam ha salido al paso de las críticas y ha defendido la actuació la actuación de la Policía. Los policías toman decisiones en momentos puntuales en pro de los intereses de la seguridad de la gente (...). No se puede decir que hayan hecho algo mal", ha insistido.


Sobre las acusaciones de los manifestantes de que la Policía disparó munición no letal el domingo a bocajarro dentro del metro o que hirieron a una chica en el ojo, Lam se ha limitado a señalar que espera que el caso sea llevado ante el cuerpo, que según ella conforma «el pilar del Estado de Derecho en Hong Kong».
"Hemos oído muchos discursos de odio contra la Policía... Esto no es beneficioso para Hong Kong", ha advertido.


Comprensión resignada
El bloqueo por segundo día del aeropuerto está generando sin duda momentos de tensión e indignación de algunos pasajeros pero no faltan quienes, resignados por no poder embarcar, muestran su comprensión y su solidaridad con los manifestantes. «No podemos hacer nada, tienen derecho a protestar. Es su tierra y nosotros estamos de paso», señala Nathan, un filipino que acaba de pasar cuatro días en la excolonia británica.

«Estos manifestantes son las personas más adorables del mundo», asegura Pete Knox, quien a sus 65 años lleva diez meses dando la vuelta al mundo en bicicleta. «Comprendo el fondo de sus movilizaciones, que apela a la libertad y la democracia, dos cosas capitales», añade.
Tibor, un agente inmobiliario que vive desde hace años en Hong Kong y que espera desde ayer la salida de su vuelo, les comprende porque «es indignante vivir en una sociedad en la que el gobierno no dialoga con la población».

Tampoco faltan, sin embargo, los que no ocultan su impaciencia. «Yo no tengo nada contra los manifestantes pero son cinco horas de retraso en mi vuelo», se indigna Wing Au-yeng, en escala en Hong Kong para recoger a su madre antes de partir a Corea del Sur en familia. «Pueden hacer lo que quieran pero no deberían castigar a la gente», se queja.