La Real ha conseguido un empate en el primer partido de Liga en Mestalla en el último suspiro tras un duelo equilibrado en el que ha dado la cara ante un poderoso final y ha encontrado el premio cuando menos inquietaba y más cerca parecía el segundo gol del Valencia.

Imanol ha presentado una alineación con solo uno de los cinco fichajes, el necesario, Odegaard, en la posición de media punta para buscar la referencia que desapareció con la retirada de Xabi Prieto, y con el 4-3-3, aunque Oyarzabal casi jugaba en ataque como segunda punta con libertad de movimientos.

Lo más destacado ha sido la apuesta por Moyá como portero para empezar la temporada en detrimento de Remiro, una decisión que se demostró un acierto porque ha parado todos los remates del Valencia y ha trasmitido seguridad a una defensa con poca experiencia con Zaldua y Aihen como laterales, Le Normand y Zubeldia como pareja improvisada de centrales tras las salidas de Héctor Moreno y Raúl Navas y las bajas de Aritz, Llorente y Sagnan.

Illarramendi ha jugado como pivote más retrasado, muchas veces situado entre los centrales para dar salida al balón, Merino a su izquierda, Odegaard más adelantado y Januzaj más cerca de la banda derecha, mientras que Oyarzabal entraba desde la izquierda hacia el centro en ataque para buscar desequilibrios a la espalda de Willian José.

Con este planteamiento la Real ha comenzado mejor con tres disparos en los primeros nueve minutos de Januzaj, Oyarzabal y Merino, el más peligroso porque se ha envenenado tras tocar en Gabriel Bautista y Cillessen ha tenido que despejar con el pie.

La Real ha alcanzado el 62% de posesión de balón en el primer cuarto del partido, pero el Valencia ha ido a más y ha tenido su mejor ocasión en el minuto 38 en un remate de Guedes que ha detenido Moyá y otro disparo de Rodrigo que ha detenido el portero balear en el 42.

La presión realista ha bajado su intensidad confirme pasaban los minutos y eso no se ha traducido solo en un equilibrio en el juego, también en tres tajetas de Odegaard, Merino y Zaldua en el segundo cuarto del partido. Pero la Real ha tenido las dos últimas opciones antes del descanso en un remate de Odegaard y un centro de Oyarzabal que no ha aprovechado Willian José.

La igualdad solo se ha roto en el minuto 58 en un gol de Gameiro, tan en línea con la defensa realista que el VAR ha necesitado tres minutos para dar validez. A partir de ahí el Valencia se ha centrado en defender su ventaja para salir a la contra y la Real ha tenido el balón, pero sin crear ocasiones. Tras el gol las mejores opciones la ha tenido el Valencia con un disparo de Guedes que ha detenido Moyá, uno de Rodrigo, que ha rematado a portería vacía porque el balear estaba lejos de su portería y el balón ha golpeado en el poste, y en un penalti fallado en el minto 94 por Gameiro tras una jugada en la que Cheryshev ha aprovechado un contacto de Barrenetxea para provocarlo.

El error de Gameiro ha dado vida a la Real. Imanol ha recurrido a Isak en sustitución de Januzaj como segundo punta en el minuto 70 y a Barrenetxea en el lugar de Zaldua por la banda derecha en el 82 y a Kevin por Aihen en la izquierda en el 85, pero la Real no conseguía encontrar fisuras en la defensa valencianista a pesar de los ocho minutos de prolongación motivados por el tiempo en el que se ha analizado el gol, la pausa de hidratación y los cambios.

Pero cuando la derrota parecía inamovible Isak ha provocado una falta muy peligrosa que ha lanzado Willian José, el balón ha golpeado en el brazo extendido de Coquelin, que ha sido expulsado por doble tarjeta, y Oyarzabal lo ha transformado.