Naiz

Incautadas 5.830 plantas de marihuana en una nave industrial de Nafarroa

Un total de 5.830 plantas de marihuana han sido incautadas en una nave industrial en Nafarroa. En la misma operación han sido detenidas tres personas y otras dos han sido imputadas.

Para el delegado del Gobierno español en el herrialde, José Luis Arasti, «no estamos hablando de principiantes sino de personas que sabían muy bien lo que hacían», por lo que ha puesto en valor el trabajo policial.

La operación, dirigida por el juzgado de Instrucción 3 de Iruñea, continúa abierta y se podrían practicar nuevas detenciones de personas con mayores responsabilidades en este laboratorio.

El laboratorio era similar a un búnker construido dentro de una nave de 400 metros cuadrados ubicada en un polígono industrial muy cerca de Iruñea, de forma que desde el exterior no se podían percibir ni ruidos, ni luz, ni olor y así resultaba «prácticamente indetectable».

En él se había cavado un túnel de tres metros para hacer una conexión con la red eléctrica y así no pagar la luz, y también se había conectado con el hidrante de la extinción de incendios para no pagar el agua.

«Era una auténtica fábrica de producción ininterrumpida» de marihuana, ha afirmado El jefe superior de la Policía española, Francisco López Canedo, que ha calculado que podían alcanzar cuatro cosechas anuales con un valor de entre 2,4 y 4 millones de euros según la forma de distribución.

López Canedo ha subrayado asimismo el nivel de «sofisticación», «especialización y cualificación» del sistema de cultivo y del laboratorio, en el que había tres espacios diferenciados para semillero, macetas con plantas jóvenes y plantas en fase de maduración listas para recoger los cogollos y ponerlos a la venta.

Se calcula que en la instalación se habían invertido alrededor de 60.000 euros, ya que la misma disponía de temporizadores, reguladores de tensión y temperaturas, y cámaras de aire, y contaba con 110 kits de iluminación, 11 filtros de carbono de tipo industrial, filtros antiolores, circuitos de ventilación, seis ventiladores de climatización industrial y 20 convencionales.

Los tres detenidos eran el encargado, con antecedentes por tráfico de drogas, y dos hombres que tenían la misión de vigilar y guardar el laboratorio y lo hacían en condiciones «de precariedad e incluso de explotación», ya que cobraban cien euros y vivían en la nave, donde había unos camastros, comida «de supervivencia» y una fosa séptica.

La Policía española cree que el laboratorio se pudo poner en marcha en julio.