El modus operandi de la conferencia anual del partido gobernante escocés es ya una tradición. Una encuesta sobre la independencia del país publicada en la víspera del arranque de la misma caldea el ambiente –la última situaba al «Sí» a la par del «No»–. Después es la líder del partido y la ministra principal del país, Nicola Sturgeon, quien entra en escena. Lo suele hacer a través de una entrevista subida de tono en la BBC, hito que da el pistoletazo de salida a un cónclave de tres días.

El inicio de la cita de este año en Aberdeen ha estado marcado por la tentativa de un grupo de parlamentarios de forzar un debate sobre el «plan B» al referéndum pactado con Londres, que consistiría en negociar directamente la independencia del país en caso de una hipotética victoria del SNP en las próximas elecciones generales y/o regionales. El intento ha sido rechazado por la militancia del partido, que se ha alineado con las tesis de su líder, quien en la mencionada entrevista dejó claro que solo existe una vía hacia la independencia: la de la consulta pactada y reconocida internacionalmente.

La intervención de Sturgeon ha puesto hoy el punto y final a la conferencia. Tal y como se venía adelantando, la independencia del país ha estado en el centro de su discurso. Ante un público entregado, la líder del SNP ha pronunciado 22 veces el término independencia en una intervención de más de media hora, en la que ha desgranado su visión independentista. «Ganaremos nuestra propia independencia, pero no en el modo en que hicieron con el Brexit. Lo haremos con inspiración y persuasión», ha asegurado.

«Ni levantar el teléfono»

Lo más destacable de la alocución de Sturgeon ha sido su reafirmación en la idea de celebrar la segunda consulta independentista el año que viene. Para ello, la líder escocesa solicitará formalmente a Westminster la transferencia de las competencias para la convocatoria del referéndum, y lo hará antes de finales de año: «Estamos preparados para ello, tendremos la legislación a punto». En ese contexto, y ante más que una hipotética negativa por parte de las autoridades de Londres, ha puntualizado que un rechazo a dicha solicitud sería «insostenible».

Consciente de la cercanía de unas elecciones generales en Gran Bretaña, ha advertido a aquellos partidos que deseen contar con el respaldo de los nacionalistas escoceses para hacerse con el poder de que «si no respetáis el derecho de Escocia de decidir su futuro, no os molestéis si quiera en levantar el teléfono».