Unai ARANZADI

El franquismo, el PSOE y una inédita conspiración contra el MPAIAC canario

El 17 de febrero de 1972, el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) dijo mediante un comunicado interno que el ex combatiente republicano Juan Tavira Golas era un agente del franquismo infiltrado en sus filas. Décadas después, la desclasificación de un cable estadounidense revela que en 1975 esta persona se ofreció a Washington para bloquear la ayuda de Argelia en el proceso descolonizador impulsado por el MPAIAC. Y no es todo. Una ficha encontrada en la Fundación Pablo Iglesias asegura que era militante del PSOE desde 1962.

Antonio Cubillo, líder del MPAIAC.
Antonio Cubillo, líder del MPAIAC.

Uno de los cables desclasificados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en el año 2006 ha pasado totalmente inadvertido para periodistas e historiadores. Bajo el título de «Conversación con líder del movimiento de liberación canario», en él se relata cómo el 18 de noviembre de 1975 «un hombre de cincuenta y pico años, que no quiso dar su nombre real» pero que decía operar bajo el nombre en clave de «profesor José Vegueta», se puso en contacto con oficiales estadounidenses de la capital francesa en calidad de «uno de los siete miembros del Comité Central del Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario» (MPAIAC).

Así, actuando bajo el manto de un personaje fabricado (extremo que los verdaderos exdirigentes del MPAIAC consultados en el curso de esta investigación confirman como totalmente falso) dijo a los oficiales que «se había producido una división» en el seno de la organización independentista y que él hablaba «en representación de los tres miembros que aún viven en Canarias pero no de los otros tres que viven en Argel», donde el líder y fundador de la organización, Antonio Cubillo, tenía su sede al amparo del Frente de Liberación Nacional argelino que gobernaba el país y acogía a numerosos movimientos anticolonialistas y antiimperialistas de diversas partes del mundo.

El cable recoge que después de haber dado «una larga exposición sobre la historia de las Islas Canarias», dijo a los oficiales de la Embajada que «en cinco o seis años el archipiélago sería independiente dados sus contactos con africanos y comunistas de todo el mundo». Cabe recordar que esta previsión no era disparatada para la época, dado que poco después, en 1978, el MPAIAC estuvo a un paso de llevar el debate sobre la descolonización de las Canarias a las Naciones Unidas, gracias a que el Consejo de Ministros de la Organización para la Unidad Africana votó a favor del reconocimiento de las Canarias como Territorio No Autónomo, lo cual brindaba una entrada directa al Comité de Descolonización de Naciones Unidas. Un hecho que en Madrid desató todas las alarmas y precipitó el intento de asesinato de su líder, Antonio Cubillo.

Atentos a todo detalle, los oficiales norteamericanos recogían en su informe secreto cómo el «profesor Vegueta» expuso «una visión verdaderamente democrática del futuro de un país no alineado y con una economía mixta». Además, este les advertía falsamente de que los líderes del MPAIAC en Argel preferían «una solución marxista» y se encontraban «preparados para hacer del país un satélite soviético con tal de conseguir sus fines».

¿Quién era?

Finalmente, y ya sin más rodeos, el falso emisario del MPAIAC desveló lo que verdaderamente ocultaban unos planes, que tal y como han señalado los exdirigentes del MPAIAC consultados por este medio, solo buscaban intoxicar y hacer daño al proceso independentista. Los oficiales estadounidenses lo redactaron así: «Después de subrayar la importancia estratégica de las islas, preguntó si Estados Unidos querría apoyar financieramente a su facción para combatir a soviéticos, argelinos y otros árabes y comunistas…». A continuación, el tal Profesor Vegueta pidió ser invitado a Estados Unidos para discutir su estrategia, terminando con un críptico: «Podéis localizarme llamando al número 325611 y preguntando por Juan al profesor Kante». Y se esfumó, sin poderse constatar cómo terminó esta invitación a obstruir el camino emprendido por Cubillo gracias al FLN argelino.

Así las cosas, ¿quién era en realidad este profesor Vegueta que buscaba apoyo para estigmatizar y dividir a un MPAIAC del que no hacía parte? Es sabido que Vegueta es el barrio fundacional de la ciudad de Las Palmas, así como uno de los lugares donde la Corona de Castilla dio inicio a la conquista de las Islas Canarias, pero del nombre en clave, «profesor Vegueta», no se halla rastro ni en ningún archivo ni mucho menos a primera vista en el buscador Google. Finalmente ha sido un comunicado interno del MPAIAC, con fecha del 17 de febrero de 1972, y salvado en su día por Mario Albano (un italiano amigo de Antonio Cubillo) el que resuelve la incógnita. Decía así:

«La Secretaría General del MPAIAC comunica a sus camaradas y amigos, a las organizaciones políticas revolucionarias y a las embajadas amigas, que Juan Tavira Golas, apodado José Vegueta, nacido en Las Palmas, Canarias, en 1920, ya no forma parte de nuestra organización. Regresó a Argel el año pasado proveniente de Accra para trabajar en la Secretaría General y le fue encontrado un pasaporte español en regla, expedido por la Embajada de España en Ghana.

Después de una investigación, se descubrió que estaba registrado en el consulado español en Accra con el que mantenía excelentes relaciones. Para engañar a la gente, sin embargo, todavía conserva su título de viaje de las Naciones Unidas como refugiado de la guerra española, un título que ha conservado con el consentimiento de la Embajada de España en Ghana. Fue expulsado de nuestra organización por traición en septiembre de 1971 después de que toda la información fuera comprobada en diciembre de 1971. Actualmente está siendo remunerado al servicio del gobierno colonialista español. Desde octubre de 1972 trabaja en Madrid para los servicios especiales franquistas. Para obtener más información, póngase en contacto personalmente con nuestra Secretaría General en Argel».

Desvelada la verdadera identidad del «profesor Vegueta», Internet arroja un par de datos superficiales con el perfil de un joven combatiente republicano en las trincheras de Castilla. También un libro autoeditado que lleva por título, ‘Memoria de un ex combatiente republicano’, del que se desprende que al perder la guerra pudo haber escapado de la Comunidad Valenciana rumbo a la Argelia francesa, de ahí tanto su relación con la posterior Argelia (ya independiente) que dio cobijo al MPAIAC como con la Francia por la que pasó antes un Cubillo desencantado con la Unión Soviética y el Partido Comunista de España –tras comprender que nunca recibiría apoyo de la órbita soviética, Cubillo optó por la vía africanista que tenía Argelia como refugio y vivero de innumerables movimientos de liberación nacional–.

Afiliado al PSOE

Por otro lado, y este es un dato importante, Juan Tavira Golas, nacido en 1920 tal y como rezaba la denuncia del MPAIAC, figura en el archivo de la Fundación Pablo Iglesias como afiliado del Partido Socialista Obrero Español desde 1962, un año importante no solo para Argelia (que conseguiría su independencia de Francia) sino en menor medida, también para el futuro del régimen español, pues el actual modelo de Estado se fue configurando a partir de esa fecha, con un príncipe Juan Carlos al que estratégicamente Franco hospedó en la Zarzuela, y una histórica reunión de opositores (a la que el franquismo denominaría como «contubernio de Múnich») en la que el liberal Salvador Madariaga cerró las conversaciones con un profético: «Hoy la guerra civil ha terminado».

De este modo, y sumándose a la política de «reconciliación nacional» iniciada por el Partido Comunista de España ya en 1956, muchos partidos y personalidades que hicieron oposición al régimen iban apuntando hacia una «unidad» que no solo deseaba ser política en previsión de la muerte de Franco, sino también territorial. No en vano, la Junta Democrática que en el ocaso de la dictadura jugó un papel clave aglutinando a importantes sectores de la política –y nobleza– española, tenía como noveno punto la unidad de España.

Fieles a este precepto de «unidad nacional», varios de los más destacados opositores al régimen viajaron hasta Argelia para exigir el fin del apoyo del FLN al MPAIAC. En primer lugar, lo hizo Santiago Carrillo, quien comenzó a exigir el cese de la emisora con sede en Argel, ‘La voz de Canarias libre’. Y tras él, los dirigentes del PSOE que dieron la estocada final: Felipe González y Alfonso Guerra. De este último José Luis Espinosa (el hijo de un combatiente republicano que el Ministerio de Interior español infiltró en el MPAIAC para planificar el atentado que casi termina con la vida de Cubillo) dijo que en las negociaciones sobre la compra del gas argelino el Gobierno del PSOE pagó más de la cuenta a cambio de que cortaran definitivamente con toda ayuda al debilitado MPAIAC, hecho que fuera por esto o no, sucedió casi de forma inmediata.