El movimiento opositor Hirak ha boicoteado las elecciones presidenciales en Argelia y lo ha hecho totalmente en la Kabilia amazigh (bereber), mientras la masiva presencia policial ha intentado por todos los medios evitar que los manifestantes asaltaran los centros electorales en la capital, Argel.

Ha tenido problemas para cumplir su objetivo. Una manifestación de decenas de miles de personas ha logrado cerrar el colegio electoral Pasteur, en el centro de la ciudad, hasta que los antidisturbios han hecho  acto de presencia y disuelto a los concentrados.

La Policía no ha podido evitar que la misma manifestación rompiera horas antes el doble cordón, reforzado por decenas de vehículos militares, y accediera, como ayer, a la plaza de la Grande Poste, emblema del levantamiento que comenzó el 22 de febrero. Ha comenzado a cargar pero finalmente ha dado marcha atrás ante el grito unánime de los manifestantes, que reivindicaban «Silmiya, silmiya! (¡Paz, paz!)».
 
Desde primeras horas de la mañana destacan los colegios prácticamente vacíos, con  afluencia a cuentagotas.  Afluyen a votar personas mayores y de mediana edad, entre ellas no pocos funcionarios.

Mientras la televisión estatal muestra imágenes de gente haciendo cola delante de algunos de los 61.000 colegios electorales en todo el país, la escasa afluencia de votantes en los consulados en el extranjero da una pista sobre la participación de los 24 millones de electores inscritos, que el poder, frente a todos los analistas, augura será masiva.

En la Kabilia, donde el boicot ha sido masivo, las protestas han logrado clausurar cientos de centros de votación en Bejaia, Tizi Ouzu, y en Bouira.

Se espera un primer anuncio de participación tras el cierre de los colegios a las 19:00. Los resultados deberían hacerse públicos mañana.