Nacido en 1928, con Luis Cañas se ha ido «uno de los pioneros en la creación de identidad» de los vinos de Rioja, han destacado las bodegas que llevan su nombre en un comunicado, en el que han recordado que «fue un trabajador constante, enamorado del buen hacer» y que demostró que «con tesón y humildad se puede llegar lejos».
Cuando fundó la bodega en 1970, Luis Cañas se dedicó a vender su vino en garrafones que cargaba en una furgoneta con la que iba a Bilbo, a Donostia y a otras ciudades a dar a conocer sus caldos de maceración carbónica.
«El Jefe», como le llamaba con orgullo su hijo Juan Luis, se ha despedido y esta tarde sus amigos y compañeros de profesión le darán un último adiós en el funeral que se oficiará en la iglesia San Andrés de Eskuernaga.
Desde que se ha conocido su fallecimiento se han sucedido las muestras de condolencia a la familia Cañas, que suma ya tres generaciones al frente de las bodegas de Eskuernaga y Amaren, en el también municipio alavés de Samaniego.
La familia Luis Cañas ha agradecido las muestras de condolencia recibidas a través de las redes sociales.
De parte de tod@s los que formamos #FamiliaLuisCañas extendemos nuestro agradecimiento a tod@s l@s que por diferentes medios nos estáis haciendo llegar vuestro cariño y muestras de condolencia tras la triste noticia de hoy.
— BODEGAS LUIS CAÑAS (@BodegasLC) December 11, 2019