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Geólogo del IPCE sobre Iruña-Veleia: «La falsificación de algunos grafitos es extremadamente burda»

Un geólogo del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) que ha declarado este lunes en el juicio por la supuesta falsificación de grafitos en el yacimiento romano de Iruña-Veleia ha asegurado que «la falsificación en algunas piezas es extremadamente burda».

Vista general del juicio por los hallazgos de Iruña-Veleia. (Juanan RUIZ / FOKU)
Vista general del juicio por los hallazgos de Iruña-Veleia. (Juanan RUIZ / FOKU)

El juicio sobre la supuesta falsificación de grafitos en la excavación arqueológica de Iruña-Veleia se ha centrado este lunes en el informe elaborado por un geólogo del IPCE que, tras analizar 39 piezas cerámicas de ese yacimiento –de las 476 sobre las que supuestamente se efectuaron grafitos falsos–, concluye que «no hay duda» de que 35 de ellos son «de origen contemporáneo».

El geólogo ha descrito con todo tipo de detalle el estudio llevado a cabo sobre las piezas, que fueron «barridas a conciencia» por un microscopio electrónico durante «casi 400 horas», una técnica de análisis que «no deja ningún tipo de huella de su paso por la cerámica».

También ha explicado que se analizaron las piezas con luz fluorescente ultravioleta, que permite ver los posibles repintes y añadidos en las obras, y que solo con ello hubiera sido suficiente para certificar su falsedad porque en algunos casos la falsificación es «extremadamente burda».

Restos de acero

El geólogo del IPCE, que ha declarado durante cuatro horas tras un biombo para proteger su imagen, ha relatado que una de las constantes observadas es que en los surcos de los grafitos se han encontrado restos de acero común e incluso, en dos piezas, de acero inoxidable.

Esos restos metálicos modernos, además, están «inalterados», solo aparecen en los surcos de las letras y dibujos y además rompen la «costra» que cubría la pieza tras permanecer durante siglos bajo tierra, ha descrito el experto, y ha indicado que esos restos de metales, «circunscritos» a los surcos de las letras y dibujos, no pueden proceder de los instrumentos utilizados en el lavado de las piezas.

También ha descrito «anomalías» en fracturas de las piezas con «roturas recientes», sin costra; trazos anómalos, con letras que no existían en el alfabeto romano arcaico; y surcos sobre las cerámicas que no han estado en contacto con la tierra del yacimiento.

El experto del IPCE ha avalado la selección de las cerámicas analizadas por ser «muy representativa del conjunto» de las que supuestamente fueron falsificadas y ante la imposibilidad de analizar todas.

Hasta este momento varios arqueólogos que trabajaron en este yacimiento han puesto en duda en sus declaraciones la autenticidad de estos grafitos que cuando fueron presentados en público, en junio de 2006, fueron calificados de históricos, porque entre otras cuestiones adelantaban al siglo III la aparición del euskara escrito y la entrada del Cristianismo.

Los agentes de la Ertzaintza que investigaron este caso concluyeron que lo ocurrido en este yacimiento ha sido «una de las mayores falsificaciones y/o manipulaciones realizadas sobre materiales arqueológicos del mundo romano». Sin embargo tres de los cuatro peritos calígrafos que han declarado en la vista no han podido concluir que el autor de los presuntos grafitos falsos haya sido el exdirector del yacimiento Eliseo Gil, principal imputado en este caso para quien la Fiscalía pide cinco años y medio de cárcel y que ha mantenido su inocencia. Junto a él está procesado Rubén Cerdán, para quien el Ministerio Público solicita dos años y medio de cárcel.