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«Voy a seguir diciendo aquello que me salga de las orejas», afirma Willy Toledo ante el tribunal

El actor Willy Toledo ha sido juzgado este lunes en el Juzgado de lo Penal número 26 de Madrid acusado de un delito «contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos» por unos comentarios que publicó en Facebook en 2015 y 2017.

Willy Toledo ha sido juzgado por una supuesta «vejación de los sentimientos religiosos». (Benjamin CREMEL/AFP)
Willy Toledo ha sido juzgado por una supuesta «vejación de los sentimientos religiosos». (Benjamin CREMEL/AFP)

Concretamente, en el comentario publicado en 2015, coincidiendo con la festividad del 12 de octubre, escribió que «me cago en la Virgen del Pilar y me cago en todo lo que se menea». Casi dos años más tarde, el 5 de julio de 2017, publicó la frase «yo me cago en Dios y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María», en el marco de una crítica a la imputación contra las tres mujeres acusadas por la llamada ‘procesión del coño insumiso’, que fueron finalmente absueltas en octubre pasado.

Estas expresiones fueron denunciadas ante un tribunal por el colectivo Abogados Cristianos, al entender que ofendían el sentimiento religioso de los creyentes católicos. Su letrada ha pedido que sea condenado a una multa de doce meses, en la cuota diaria que estime la jueza. Tanto la defensa como la Fiscalía han solicitado la absolución. Esta última ha apuntado que aunque los mensajes contienen «exabruptos de mal gusto, las faltas de respeto no son constitutivas de delito».

Toledo ha remarcado que «no tuve la intención de ofender a los católicos, ni a los musulmanes, ni a los hebreos, ni a los seguidores de la secta del espagueti volador, pues cada creencia es libre. Soy ateo y me cago en Dios todos los días cada vez que se me cae un plato en un dedo gordo del pie, como hacemos la mayoría de ciudadanos. Voy a seguir diciendo todo aquello que me salga de las orejas decir», ha señalado.

«Delinquen los actos»

Aunque el actor entiende que «algunas palabras pueden ofender a muchas personas, pero igual que me ofenden a mí expresiones homófobas, racistas y machistas que veo en medios de comunicación y en redes sociales», y estima que «no es legítimo perseguir a las personas por sus pensamientos políticos. Lo que delinque son actos, no palabras», ha indicado al tiempo que mostraba su desacuerdo con la penalización de la apología del franquismo.

Polonia Castellanos, fundadora y presidenta de Abogados Cristianos, ha destacado que «el insulto no es necesario» para ejercer la «libertad de expresión», y ha considerado que si Toledo «es tan valiente para arremeter contra creyentes, que sea valiente para afrontar las consecuencias».

A su llegada al juzgado, el actor se ha encontrado con una veintena de personas que le han apoyado entre gritos para derogar la Ley Mordaza y pancartas que han recordado que la libertad de expresión no pasa por ir a prisión. Otro grupo, con lazos verdes, le ha esperado para recriminarle sus palabras con pancartas que pedían «respetar la fe».

Al término de la vista, Toledo ha calificado el juicio de «pantomina terrible» y «farsa», y se ha mostrado convencido de que solo puede haber una sentencia absolutoria.