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El Tribunal Electoral de Bolivia acepta la cantidatura de Arce, pero veta a Morales

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia ha aceptado la candidatura de Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS) para las elecciones legislativas del 3 de mayo al tiempo que ha rechazado la del expresidente Evo Morales al Senado.

Luis Arce, candidato presidencial del MAS, tras registrar su candidatura ante el TSE en La Paz a principios de mes. (Jorge BERNAL / AFP)
Luis Arce, candidato presidencial del MAS, tras registrar su candidatura ante el TSE en La Paz a principios de mes. (Jorge BERNAL / AFP)

El plazo para registrar candidaturas expiró el pasado 3 de febrero y, desde entonces, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha estado revisando la documentación aportada por todos los inscritos para confirmar o descartar sus candidaturas. Fuentes del partido de Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS), han indicado al diario ‘El Deber’ que la alta instancia electoral ha inhabilitado al expresidente como candidato al Senado en las elecciones generales del 3 de mayo, al tiempo que ha aceptado la candidatura presidencial de Luis Arce, ambos de la misma formación.

El TSE informó el lunes, cuando expiró el plazo para «la verificación de requisitos y causales de inelegibilidad de las candidaturas observadas», de que de los 2.107 aspirantes, 1.278 habían sido habilitados, mientras que 797 «no lograron cumplir con los requisitos necesarios». Además, había candidatos impugnados, once de ellos del MAS, entre los que estaban Morales y Arce.

Tras el recursos presentado por la formación de Morales, el TSE, según ha señalado la formación, ha rechazado a Morales y a su exministro de Exteriores Diego Pary, que también buscaba un escaño en el Senado, pero ha admitido a Arce, que se presenta con el excanciller David Choquehuanca como candidato a la Vicepresidencia.

Arce ha pedido hoy al presidente de Argentina, Alberto Fernández, que lleve a cabo un «seguimiento» de las próximas elecciones, «desde el principio, no a la hora electoral solamente», ante la posibilidad de que el actual Ejecutivo no respete el resultado electoral.

En primera vuelta

En una entrevista con Efe ayer, el candidato presidencial del MAS y favorito en los sondeos, se mostró convencido de que ganará en primera vuelta y aseguró que será él y no el exmandatario quien tome las decisiones en ese Gobierno que salga de las urnas, que deberá centrarse, remarcó, en «reconstruir la economía» destrozada por el Ejecutivo «de facto» de la presidenta golpista Jeanine Añez.

Arce se mostró contento en esa entrevista por una reciente encuesta que le dio un 31,6% de intención de voto, por delante de sus principales competidores, el expresidente Carlos Mesa (17,1%) y Áñez (16,5%), pero afirmó que puede obtener «más».

«Somos la única opción popular en el país y somos la única opción real para volver a darle estabilidad y crecimiento a la economía y a los bolivianos», aseveró quien fuera ministro del área económica durante todo el mandato de Morales (2006-2019).

«Emergencia permanente»

El MAS se declaró en «emergencia permanente» el martes, precisamente, ante el temor a que el TSE inhabilitara a Morales, Pary y Arce, en lo que anticipó como un «intento político de sectores incrustados en el órgano electoral» para eliminar a sus candidatos por «intereses mezquinos antidemocráticos».

Con los comicios del 3 de mayo, Bolivia aspira a zanjar la crisis política en la que se encuentra inmersa por las «irregularidades» detectadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, que derivaron en el derrocamiento y exilio de Morales, actualmente en Argentina.

Morales confiaba en poder volver a Bolivia una vez fuera habilitado como candidato al Senado, ya que el acuerdo alcanzado por su partido y el Gobierno golpista de Áñez para celebrar nuevas elecciones establece que no puede aspirar a la Presidencia.

La exjefa de Gabinete, abogada y apoderada legal del expresidente, Patricia Hermosa, fue detenida el 31 de enero en La Paz cuando se dirigía a la sede del TSE para inscribir la candidatura de Morales a la legislativas. Acusada de los presuntos delitos de «sedición, terrorismo y financiación del terrorismo en grado de complicidad», sigue en prisión.